Por Antonio Rossi
La atípica conducción militar de Ferrobaires que encabeza el Coronel de Caballería, Fernando Dotti, volvió a generar un hecho más que llamativo que pone sobre el tapete que el objetivo de su gestión está bien lejos de tener como prioridad la reactivación de los servicios.
Tras cancelar todos los trenes de pasajeros por una instrucción del ministerio de Infraestructura, Edgardo Cenzón y haberle alquilado la mayor parte de las locomotoras disponibles a constructoras y empresas privadas de cargas, Dotti designó como jefe del área Mar del Plata a otro Coronel del Ejército que pretende “militarizar” el funcionamiento y las tareas internas de la estación atlántica.
Se trata de Federico Luis Mourglier, quien imitando el accionar de la última dictadura militar ha comenzado a impartir una serie de órdenes a los empleados por medio de insólitos “Comunicados” que, si bien pueden resultar apropiados para la órbita de los cuarteles, son totalmente desubicados e improcedentes para el ámbito de una empresa ferroviaria.
Con una marcada impronta autoritaria, Mourglier puso en circulación en los últimos días el denominado “Procedimiento Operativo Normal Número 01-2016”, con el cual procedió a fijar detalladamente las tareas que deben efectuar los empleados para el “Izado y Arriado de la Bandera en el Mástil de la Estación Mar del Plata”.
El “Comunicado Número 1” arranca diciendo que “después de un buen tiempo de no tener bandera, hemos conseguido una donada por la Sociedad Militar Seguro de Vida, la que deberá ser izada diariamente con la salida del sol y arriada, aproximadamente, con la puesta del mismo”.
En el punto 3 del “Comunicado”, Mourglier establece qué deben hacer y cómo deben comportarse los empleados encargados de la bandera.
--“Será responsable el Jefe de Estación y el personal de Auxiliares que designe el mismo para el arrío. Dicha actividad deberá ser realizada con el debido respeto y cuidado que requiere esta ceremonia. Se deberá tener especialmente en cuenta requerir el personal necesario para que colabore a efectos de que la misma no toque el piso y no arrastre durante la mencionada actividad”.
--La bandera será guardada en la caja fuerte y quedará en custodia del Jefe de la Estación. El personal que la arríe deberá plegarla debidamente y si se encuentra mojada, se la deberá dejar en un lugar adecuado para que se seque antes de su plegado y guarda.
Con el subtítulo de “Instrucciones de Coordinación”, el punto 4 del “Comunicado” estipula lo siguiente:
--En caso de rotura o deterioro del mástil, roldana, driza, mosquetones de amarre, etc… se deberá dar de inmediato la novedad al Jefe de Estación, al Superintendente y al Coordinador, quienes tomarán las medidas para su pronta reparación”.
--“En caso de ausencia del Jefe de Estación por licencia, francos, enfermedad, etc…, deberá designar a un responsable por escrito para que se haga cargo de esta actividad durante el mencionado período, dejando órdenes precisas”.
--“La bandera, como el resto de las instalaciones es responsabilidad de todos los integrantes de Ferrobaires; por lo tanto, cualquiera que detecte una novedad deberá informarla de inmediato para que se solucione a la brevedad”.
Más allá de que resulta auspicioso y positivo que la estación Mar del Plata vuelva a tener una bandera en su mástil, lo que realmente deberían hacer los responsables de Ferrobaires es enfocarse en la urgente rehabilitación de los servicios que fueron cancelados en forma intempestiva y en dar una respuesta concreta a los 2.600 empleados que hoy se encuentran en la nebulosa por la incertidumbre que rodea el anunciado traspaso de la empresa de la órbita provincial a la Nación.