Por Antonio Rossi
(LPO) - Una primera mirada superficial podría indicar que se trata de una desprolijidad administrativa. Pero bajo la lupa política, la cuestión se torna casi inexplicable para un gobierno que tomó la decisión de declarar la emergencia energética y que ha prometido un ambicioso plan de obras para mejorar y ampliar la infraestructura y los medios de transporte.
Los ministros de Energía y Minería, Juan José Aranguren y de Transporte, Guillermo Dietrich comenzaron el año sin haber logrado poner en funciones a sus secretarios y subsecretarios de las distintas áreas que en que fueron divididas sus carteras.
Por demoras burocráticas y falta de cintura política, los dos ministros no tienen aún a sus principales colaboradores en actividad plena y con poder de firma, lo cual ya ha comenzado a generar cierta preocupación entre algunos de los que fueron convocados a sumarse a la administración macrista.
Pese a que una de primeras medidas de fondo de la gestión macrista fue el reconocimiento de la critica situación del sector eléctrico mediante la declaración por decreto del “estado de emergencia”, el gobierno no avanzó todo lo rápido que era esperado con las designaciones oficiales de los nuevos funcionarios que integran el gabinete de Juan José Aranguren.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren.
Hasta ahora, el ex titular de Shell sólo pudo colar la aprobación del nuevo organigrama de su ministerio por medio del decreto 231/2015. Pero aún sigue esperando que Jefatura de Gabinete y el área de Legal y Técnica de la Casa Rosada le den curso a las designaciones formales de los integrantes de su equipo de colaboradores.
En el nuevo ministerio de Aranguren, los que aguardan que sus nombres aparezcan en el Boletín Oficial son: Alejandro Sruoga (secretario de Energía Eléctrica); José Luis Sureda (secretario de Recursos Hidrocarburíferos); Nicolás Redondo (secretario de Planeamiento Estratégico Energético) y Daniel Meilán (secretario de Minería)
A ellos se suma el lote de subsecretarios que, entre otros, integran: Osvaldo Rolando (Energía Térmica, Transporte y Distribución de Energía Eléctrica), Sebastían Kind (Energías Renovables), Andrés Chambouleyron (Coordinación de Política Tarifaria), Sebastián Scheimberg (Coordinación Administrativa), Jorge Martolini (Energía Hidroeléctrica), Alberto Brusco (Infraestructura Energética), Santiago Dondo (Política Minera) y Mario Capello (Desarrollo Minero).
En tanto por el lado del ministerio de Transporte, Dietrich ni siquiera pudo lograr que le den la conformidad legal al nuevo organigrama que junto con las distintas aéreas de transporte también absorbe Vialidad Nacional y las obras de rutas y autopistas.
Llama la atención que mientras Dietrich y Aranguren lo logran que les aprueben sus estructuras, el rabino Bergman ya tenía todo el organigrama convalidado para el 20 de diciembre.
En este caso, el gabinete –por ahora fantasma—que espera ser confirmado en forma oficial está compuesto por: Guillermo Krantzer (secretario de Transporte), Manuela López Menéndez (secretaria de Obras Viales), Germán Bussi (secretario de Planificación), Arturo Papazian (subsecretario de Transporte Ferroviario), Fernando Cortés (subsecretario de Transporte Automotor), Carmen Polo (subsecretaria de Planificación de Transporte de Cargas y Logística) y Martín Orduna (subsecretario de Planificación de Movilidad Urbana).
Los únicos funcionarios de Dietrich que pudieron asumir son los vinculados con las empresas ferroviarias estatales, cuyos directorios se integran mediante la realización de asambleas de accionistas. Los que ya están en actividad son: Guillermo Fiad (titular de la ADIF), Marcelo Orfila (SOFSE) y Ezequiel Lemos (Belgrano Cargas y Logística). En la misma situación se encuentra Patricio Di Stefano, quien ya desembarcó en el ORSNA.
Tanto Aranguren, como Dietrich confían en que en la primera semana de enero saldrán a la luz las designaciones pendientes que les permitirán superar la situación precaria actual e iniciar sus gestiones a pleno.
En medio de esta curiosa tardanza legal, no dejó de llamar la atención que otro de los nuevos ministros del gabinete Macri haya logrado tener los papeles al día y sus funcionarios designados por decreto en tiempo récord.
Se trata del rabino Sergio Bergman, el flamante ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable que antes del 20 diciembre ya tenía el organigrama y su gabinete nombrado y en funciones.