05/08/19

Previendo un triunfo de Kicillof, los ex gerentes de Mindlin que dominan el negocio eléctrico bonaerense salen a buscar nuevos socios de China

Por Antonio Rossi


La empresa DESA (Desarrolladora Energética SA) que pilotea Rogelio Pagano --un ex ejecutivo del grupo Pampa Energía de Marcelo Mindlin-- y concentra algo más del 60% del negocio de la distribución y facturación de la energía eléctrica de la provincia de Buenos Aires sabe que si María Eugenia Vidal pierde las elecciones y deja la gobernación en manos de Axel Kicillof perderá el marco de tranquilidad y los beneficios regulatorios que supo conseguir en los últimos años de gestión macrista.

Concientes de esa posibilidad, los dueños de DESA decidieron abrir el paraguas y no esperar que un próximo gobierno del Frente de Todos los obligue a reducir su posición dominante con la venta de buena parte de las cuatro distribuidoras eléctricas que controlan en la provincia.

Con la ayuda logística de ejecutivos de Mindlin y de un banco de inversión de EE.UU., Pagano y su gente ya tendrían muy avanzado un acuerdo para incorporar como nuevas socias a dos empresas de China mediante la venta del 50% de las sociedades controlantes de Edelap y EDEA, la eléctrica de la costa atlántica.

Tras haber quedado en la mira por el apagón de casi una semana que dejó sin luz a más 50.000 usuarios, los responsables de Edelap creen que con la presencia de capitales chinos podrán afrontar en mejores condiciones los embates de un gobierno encabezado por Kicillof, quien ya anticipó que revisará los actuales contratos de concesión y frenará los ajustes tarifarios comprometidos por Vidal.

Según los que siguen de cerca la negociación, el acuerdo de transferencia accionaria con las firmas chinas se estaría cerrando con posterioridad a las elecciones del 27 de octubre donde se definirá quien gobernará la provincia hasta fines de 2023.

A contramano de lo que aconsejan los manuales y los marcos regulatorios del sector, DESA maneja las cuatro distribuidoras eléctricas privadas más importantes de la provincia: Edelap, EDEN, EDES y EDEA.

El copamiento del negocio eléctrico bonaerense por parte de los ex gerentes de Mindlin habría arrancado en los últimos años del kirchnerismo. Tras la transferencia de Edelap a la provincia, la firma Disvol manejada por Alejandro McFarlane pasó a controlar en 2014 la distribuidora platense y EDEA.

En 2016, DESA y Pagano se quedan con el manejo de EDEN y EDES. Un año después, con el visto bueno de Macri y Vidal, DESA pasa a controlar Edelap y EDEA y se convierte en la operadora privada dominante del negocio de la distribución eléctrica en la provincia de Buenos Aires.

Tanto Mc Farlane, como Pagano provienen del “staff” de gerentes y ejecutivos del grupo Pampa Energía que estaban bajo las órdenes de Mindlin, cuando éste comenzó a tallar fuerte en el negocio eléctrico nacional con las compras de Edenor y Transener en los primeros años del kirchnerismo.

Por más que insisten en sostener que sus movidas en el negocio energético bonaerenses fueron “emprendimientos personales”, en el sector casi todas las voces coinciden en señalar que detrás de las jugadas de Pagano y Mc Farlane se encuentran las sombras de Mindlin y de varios fondos y sociedades de inversión que tienen domicilios en distintos paraísos fiscales.

La movida de DESA con empresas chinas no resulta algo aislado y atípico. Desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada se viene registrando un firme y constante desembarco de compañías e inversores de China en el negocio eléctrico.

El primer caso relevante de la era macrista se dio con las empresas Shanghai Electric, Power China y Talesun que se quedaron con la provisión y montaje del Parque Solar Cauchari que llevó adelante la estatal jujeña JEMSE con una inversión cercana a los 400 millones de dólares financiada por el Eximbank de China.

El segundo caso está envuelto en una fuerte polémica y es motivo de una investigación judicial que involucra a la familia presidencial. En mayo de 2017, la firma Goldwind adquirió una parte de los seis parques eólicos que la empresa Sideco del grupo Macri había comprado pocos meses antes a Isolux. Con la reventa de los parques eólicos a Goldwind y a la empresa local Genneia del grupo Macro, el hólding familiar de Macri embolsó algo más de 35 millones de dólares de ganancia en muy pocos meses.

En tanto, el tercer caso se concretó a fines de julio cuando el fondo de inversión estatal Slik Road Fund de Beijing compró el 50% de la participación accionaria que tiene General Electric en YPF Luz, la empresa de generación eléctrica subsidiaria de la petrolera local.

Y el último y más reciente caso es el que tiene como protagonista a la estatal China Huadian Corporation que anunció que está muy cerca de cerrar la adquisición de una porción accionaria significativa de la empresa generadora Stoneway que opera cinco centrales en Argentina por medio de sus unidades Araucaria Energy y SPI Energy.

Fuente: Transporte y Energía