Por Antonio Rossi
En municipios del conurbano vuelan las licitaciones de obras que paga la Nación. Las constructoras se quejan de los plazos ínfimos para competir.
Desde mediados de año, el relato oficial del gobierno de Alberto Fernández ha colocado a la “obra pública’’ como el principal motor de la reconstrucción económica del país.
Tanto el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, como sus colegas de Transporte, Mario Meoni, y Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, destacan en cada acto oficial y declaración a los medios que “la inversión pública en obras de infraestructura será clave para empezar a mover la economía, generar trabajo y reactivar el consumo y el desarrollo de los sectores productivos”.
Para sostener esa promesa, los funcionarios destacan los distintos proyectos y trabajos que se reanudaron en los últimos meses y el hecho de que el Presupuesto del próximo año contiene una asignación de partidas para obras públicas que duplica los recursos que había previsto para 2019 el gobierno de Mauricio Macri.
A diferencia de lo sucedido durante la gestión macrista, ahora la administración albertista le dio un mayor protagonismo a los municipios a la hora de definir y licitar las obras territoriales que se financian con fondos públicos de la Nación.
En algunos distritos del conurbano bonaerense, esa apertura del juego ha comenzado a generar algunos ruidos y suspicacias por la inusitada velocidad que se registra en el mecanismo de selección de las constructoras que se quedarán con las obras más relevantes.
Al igual que en las películas de acción de “Rápidos y furiosos”, varias autoridades municipales del Gran Buenos Aires lanzaron al ruedo una serie de licitaciones que van a máxima velocidad y con plazos muy acotados para la presentación de ofertas, lo cual -a priori- reduce la chance a las empresas que quieren competir por las obras que son financiadas con recursos nacionales.
Uno de los casos más llamativos se da con la licitación pública 62/2020 que lleva adelante el municipio de Malvinas Argentinas, que conduce el kirchnerista Leonardo Nardini. Es para adjudicar la contratación de la “Mano de obra y la provisión de materiales para la ejecución del mantenimiento de la red vial del partido de Malvinas Argentinas”, que cuenta con un presupuesto de 150 millones de pesos financiado por Vialidad Nacional. Entre la venta de pliegos, que arranca el próximo martes 15 de diciembre, y la recepción de las ofertas, pautada para el lunes 21, las empresas tendrán menos de una semana para analizar el pliego, demostrar sus antecedentes y cotizar las obras.
Otro caso con plazos más breves donde está en juego un contrato de 550 millones de pesos se registra en el municipio de Merlo, que comanda el actual presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez.
Se trata del proceso licitatorio 85/2020 para las obras de “Continuación de la Construcción de la ruta provincial 1003 hasta el empalme de la Autopista Presidente Perón”, cuyos pagos también se afrontarán con fondos de Vialidad Nacional.
Los pliegos para poder participar en la licitación, que tienen un valor de 5.500.000 pesos, van a venderse los días 18 y 21 de diciembre y las empresas que quieran competir tendrán solo dos días hábiles para armar las ofertas, que se abrirán el miércoles 23.
El tercer caso en curso que ha quedado en la mira es el que lleva adelante la municipalidad de Cañuelas, que pilotea Marisa Fassi, la esposa del actual titular de Vialidad Nacional y exintendente de ese partido, Gustavo Arrieta.
Comprende la licitación pública 7/2020 para la “Construcción de los Viaductos de las rutas nacionales 3 y 205 sobre las vías del ferrocarril Roca”.
Esas obras -se pagarán con fondos aportados por la empresa estatal ADIF, que depende de la cartera de Meoni- tienen un presupuesto asignado de 1.950 millones de pesos. Para poder cotizar en la licitación, las constructoras deberán comprar el pliego, que vale casi dos millones de pesos, entre el 21 y el 23 de diciembre. Como la presentación de las propuestas económicas quedó agendada para el lunes 28 –el día de los santos inocentes-, las empresas que quieran quedarse con las obras tendrán que pasarse Navidad y el último fin de semana del año haciendo números y completando planillas para poder llegar a tiempo con las ofertas.
Si bien aún no se dieron a conocer en forma oficial las fechas de los llamados, hay otras dos obras destacadas que financia la cartera de Transporte en el conurbano que son seguidas con atención para ver si salen con el mismo vértigo y apuro que las anteriores.
Una de ellas, que fue anunciada en la última semana en acto encabezado por Moeni, es la construcción de un nuevo paso bajo nivel y el mejoramiento del entorno de la estación ferroviaria de Berazategui, que demandará una inversión de 765 millones de pesos.
En tanto, la otra obra es la que está prevista en Florencio Varela e implicará un desembolso de casi 1.700 millones de pesos en la construcción de una estación ferroviaria entre Claypole y Ardigó, un cruce bajo nivel, cuatro puentes y nuevas dársenas para colectivos.
Nota Editada en Letra P