Por Antonio Rossi
Con bajo perfil y sin demasiado ruido; en la última semana el ministro de Transporte, Mario Meoni, logró consolidar la movida interna que había iniciado a principios de octubre para reconfigurar y hacer más homogénea la integración de su gabinete.
En la Subsecretaría de Transporte Automotor desembarcó el lunes pasado el cordobés Marcos Farina en remplazo de Gabriel Bermúdez.
Exministro de Gobierno y Seguridad de la administración de José Manuel De la Sota, Farina llega al Gobierno con el apoyo del senador nacional por Córdoba Carlos Caserio. Tras varios cortocircuitos internos, Meoni consiguió correr a Bermúdez y acordar la llegada de Farina para que la gestión del área de Transporte Automotor se encuadrara en la misma línea que sigue el ministerio.
En tanto, para conducir la Secretaria de Articulación Interjurisdiccional, que había quedado vacante tras la renuncia del randazzista Felipe Rodríguez Laguens, el ministro nombró a la massista Marcela Passo. Intendenta de General Lavalle entre 2011 y 2015 y diputada nacional entre 2015 y 2019, Passo comandará una de las tres secretarías que tiene el ministerio.
En remplazo de Fabrizio Gomis, Meoni designó como nuevo subsecretario de Gestión Administrativa al también massista Carlos Vittor. Exfuncionario del municipio de Tigre, consultor del BID y titular de Contaduría General de la Provincia durante la gestión de María Eugenia Vidal, Vittor secundará a partir de ahora al secretario de Planificación, Gastón Jacques.
Si bien fuentes del ministerio indicaron que, por el momento, no habría más cambios; en los pasillos de Transporte no descartan que se registren nuevos desplazamientos en el área de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, que encabeza el entrerriano Leonardo Cabrera.
Cabrera se sumó al gabinete de Meoni a principios de año impulsado por el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, pero, lejos de intervenir en el tema clave de su área, la Hidrovía, Cabrera ha quedado relegado y con escaso margen de acción. Las versiones señalan como posibles reemplazantes Juan Carlos Venecia y Marcelo Terenzio, dos hombres que responden al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.
LARRETA EN LA MIRA. Las compañías de ómnibus de larga distancia y de turismo esperan con cierta preocupación conocer cuál será la decisión que adoptará la administración porteña con respecto a los pasajeros del interior que arriben a Buenos Aires una vez que se reanuden los servicios.
La Secretaría de Transporte local, a cargo de Juan Méndez, les avisó que no descarta aprobar un protocolo que exija a los pasajeros de otras provincias la presentación de un test de PCR negativo para poder entrar a la Ciudad. De ser así, la medida también alcanzaría a los usuarios de los trenes de larga distancia, que volverán a circular parcialmente a partir del próximo fin de semana.
En el caso de los extranjeros, el ministro de Salud, Fernán Quirós, ya adelantó el viernes que se les va a exigir un test de PCR cuando ingresen a Capital.
De confirmarse esa exigencia para los pasajeros que lleguen del interior, la Ciudad pasaría a integrar el lote minoritario de los espacios territoriales que pedirían contar con un test PCR. La mayoría de las provincias sólo requieren tener el Certificado habilitante de movilidad (Certificado Único Habilitante para Circulación - Emergencia Covid-19) y, en determinados cosos, un permiso local adicional.
COLECTIVOS REBELDES. La paritaria para recomponer los salarios de los choferes de colectivos del interior del país desató un nuevo round en la recurrente disputa que vienen manteniendo las empresas provinciales y el ministerio de Transporte por los subsidios tarifarios.
A mediados de octubre, el gremio de la UTA y las cámaras de la región metropolitana llegaron a un acuerdo para actualizar los sueldos con un aumento del 30% en el salario básico y el pago de una suma no remunerativa de 20.000 pesos en tres cuotas mensuales.
Cuando la UTA planteó firmar un acuerdo similar, las empresas del interior agrupadas en la FATAP respondieron que no estaban en condiciones de dar ninguna clase de aumento a menos que la Nación proceda a duplicar los subsidios que gira mensualmente a las líneas provinciales y municipales.
Los funcionarios de Transporte rechazaron los planteos de FATAP con los siguientes argumentos:
-El ministerio ya transfirió este año más de 12.000 millones de pesos destinados al transporte urbano e interurbano del interior que se distribuyeron de forma equitativa, potenciando el federalismo e implicando un esfuerzo de suma importancia por parte del Estado Nacional en un contexto de pandemia".
-En 2019 se habían girado menos de 6.000 millones de pesos para todo el país. En cambio, durante este año los montos de los subsidios para el interior se vieron fuertemente incrementados siendo las provincias de Córdoba, Mendoza y Santa Fe las más beneficiadas.
-Existe una resolución vigente que otorga un remanente antes de fin de año de otros 4.000 millones de pesos para el interior, lo cual elevaría los giros anuales a 16.500 millones de pesos, casi el triple de lo que recibieron las provincias en 2019”.
Tras la decisión de Meoni no atender el reclamo de más subsidios, la pelota pasó a las provincias y a las municipalidades del interior, que deberán buscar con las empresas alguna salida para atender el reclamo salarial de la UTA, que ya anticipó que paralizará todos los servicios cuando expire la conciliación obligatoria, prorrogada hasta la próxima semana.
Nota Editada en LetraP