06/12/20

Ruidos en Yacyretá y una subasta gasífera con gusto a poco

El titular de la entidad binacional quedó bajo la lupa por el manejo de una licitación multimillonaria. Sus lazos políticos y olor a tribunales.

Por Antonio Rossi




A sólo cinco meses de haber asumido la dirección ejecutiva de Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el camporista misionero Ignacio Barrios Arrechea quedó en la mira por la polémica adjudicación de los transformadores y la estación de maniobra de 500 kV que se destinarán a la obra de ampliación de la central hidroeléctrica en el brazo de Aña Cúa.

Tras haberle solicitado aclaraciones al grupo que había presentado la oferta más económica, Barrios Arrechea resolvió declarar ganador de la licitación al consorcio que tenía la cotización más alta por el suministro y el montaje de los equipamientos transmisión de Aña Cúa.

El grupo integrado por la alemana Siemens y la empresa paraguaya Rieder se quedó con la provisión de los transformadores con una oferta de 17,2 millones de dólares, que resultó 1,3 millón de dólares más cara que la propuesta económica elevada por el consorcio de la compañía local Kioshi y la tecnóloga china TBEA.

Planificada en la década del 80, la ampliación de Yacyretá en el “brazo” de Aña Cuá constituye una obra clave para poder aumentar en casi un 10% la capacidad de generación de la central hidroeléctrica binacional. Con la incorporación de tres nuevas turbinas tipo Kaplan, el proyecto Aña Cúa permitirá incrementar la potencia instalada de Yacyretá con 276 MW adicionales.

El proceso licitatorio de las obras y el suministro de los equipamientos había arrancado en 2018 dividido en cinco renglones. Los dos más importantes, en cuanto a los montos en juego, fueron los correspondientes a las turbinas y máquinas generadoras –el grupo alemán Voith Hydro le ganó la pulseada al consorcio de Pescarmona y Power China- y el referido a las obras civiles, que quedó en manos de la UTE integrada por Astaldi, Rovella y Tecnoedil.

En el caso de los transformadores y la estación de maniobra de 500 kV, la disputa inicial se había planteado entre tres oferentes: Siemens-Rieder; Kioshi-TBEA y Teyma-Abengoa. Tras el primer filtro de evaluación, la oferta de Teyma-Abenga fue descalificada por no ajustarse a los aspectos técnicos que exigían las especificaciones del pliego de bases y condiciones.

A fines de setiembre de 2019, se abrieron los sobres económicos de los dos competidores que siguieron en carrera. La oferta más baja, de 15,9 millones de dólares, fue la de Kioshi-TBEA, frente a la de Siemens-Rieder, que ascendió a 17,2 millones de dólares.

Catorce meses después de la recepción de las ofertas, Barrios Arrechea desempolvó el expediente y a mediados de noviembre solicitó una serie de aclaraciones a Kioshi-TBEA. Cuando muchos esperaban la adjudicación definitiva a este grupo, la EBY decidió, en la última semana, otorgarle -por medio de la resolución 19372- el contrato al tándem Siemens-Rieder.

Ante ese detalle y la falta de fundamentación de la resolución que favorece a Siemens, los representantes del consorcio perjudicado ya tendrían previsto seguir la pelea contra Barrios Arrechea en los tribunales.

Radical K

Empresario maderero e hijo del exgobernador radical de Misiones Ricardo Barrios Arrechea, el actual director ejecutivo de la EBY desembarcó en el cargo en junio pasado para remplazar al macrista Martín Goerling.

Ignacio Barrios Arrechea ya había sido empleado de Yacyretá durante diez años. Llegó al cargo máximo de la entidad binacional propuesto por la vicepresidenta Cristina Kirchner, a quien conoció en 2014. En ese momento, se sumó a las filas camporistas y fortaleció su relación con Máximo Kirchner a instancias de su prima, Natalia Mercado, la fiscal de El Calafate, que fue su madrina de boda.

Junto con Barrios Arrechea ingresaron al directorio ejecutivo de Yacyretá Fabían Ríos, exintendente K de Corrientes y exsenador nacional, y Fernando Zamudio, referente del Instituto Patria y esposo de la diputada nacional de La Cámpora por Misiones, María Cristina Brítez.

A diferencia de lo ocurrido en otras áreas oficiales, Barrios Arrechea no ha removido al grupo de técnicos y asesores que aterrizaron en la entidad durante el gobierno de Mauricio Macri. Según algunos políticos misioneros, no sería extraño que la “línea” de Yacyretá identificada con la anterior gestión macrista haya sido la que le llevó a firmar a Barrios Arrechea la polémica adjudicación de los transformadores que ahora va camino a judicializarse.

Subasta con gusto a poco

La mega subasta de gas que llevó adelante el Gobierno en el marco del nuevo programa de estímulo productivo dejó a la Secretaría de Energía, la oficina que comanda Darío Martínez, con gusto a poco.

Con la convocatoria lanzada a las petroleras, las autoridades energéticas buscaban asegurarse una provisión mínima hasta 2024 de 70 millones de metros cúbicos diarios (MM3/d) durante buena parte del año y de 85 millones de MM3/d en los meses de invierno para atender la doble demanda de los usuarios hogareños y pymes de las distribuidoras de gas y de las centrales térmicas por medio de Cammesa.

El incentivo para que se reactive la producción fue un precio tope de 3,70 dólares por millón de BTU que el Gobierno se comprometió a pagar con aumentos de tarifas y subsidios directos a las empresas.

Al recibir las propuestas de las 16 petroleras que acudieron a la subasta, los funcionarios se encontraron con un resultado más bien exiguo. Las ofertas de las petroleras no superaron los 68 MM3/d para la mayor parte del año, mientras que, para los meses de baja temperatura, se ubicaron por debajo de los 71 MM3/d.

La oferta adicional de apenas 3,6 MM3/d para el período invernal provino de solo tres empresas: Tecpetrol, Pampa Energía y Total Austral. La gran ausente en este segmento fue YPF, que no presentó ninguna provisión extra para los meses de frío.

Los precios solicitados oscilaron entre un piso de 2,40 dólares y un máximo de 3,66 dólares por MMBTU, con un precio promedio del orden de los 3,50 dólares por MMBTU.

Nota Editada en Letra P