Por Antonio Rossi
Tras dos postergaciones, la pelea por la licitación “corta” del dragado y mantenimiento de la hidrovía Paraguay-Paraná que lleva adelante la concesionaria estatal AGP (Administración General de Puertos) quedó planteada entre cuatro grupos oferentes de empresas locales y extranjeras que buscan quedarse con un contrato temporal que, según la evaluación oficial, asciende a 97 millones de dólares.
La apertura de los sobres técnicos de las compañías interesadas en las obras de dragado de la principal vía navegable troncal (VNT) del país dejó sobre la mesa dos aristas relevantes: la presentación de tres grandes dragadoras que tallan en el mercado internacional y la aparición sorpresiva de la firma local Emepa que pilotea Gabriel Romero, el empresario radical fuertemente cuestionado por las huestes kirchneristas.
Convocada por el organismo portuario que conduce el santacruceño José Beni, la denominada “licitación corta” apunta a elegir a las empresas que se harán cargo de dragar y conservar las condiciones de navegabilidad entre los meses de enero y setiembre de 2022 a la espera de que el Gobierno concrete la anunciada y varias veces prometida “licitación internacional larga” de donde saldrá el futuro concesionario que operará la hidrovía por un período de 15 años.
La lista de las empresas que subieron al ring licitatorio está encabezada por Compañía Sudamericana de Dragados (CSD), la empresa local del grupo belga Jan de Nul que se ha venido ocupando del dragado de la VTN desde 1995, primero como integrante del consorcio Hidrovía SA y, desde setiembre último, como contratista directa de la AGP. Según reconocen todas las operadoras del sector, es la empresa que más experiencia y conocimiento tiene en la hidrovía y la que, en principio, correría con ventaja para quedarse con la adjudicación de las obras en juego.
Le sigue la holandesa Boskalis, que tiene varios pergaminos a nivel internacional y que en el ámbito regional ha ganado distintos contratos para dragar canales y accesos a puertos de Argentina y Brasil.
La tercera competidora es una sociedad conformada por la empresa belga Dredging International, la china CCCC Shangai Dredging y Servimagnus, del empresario local Ricardo Román. Esta UTE acumula dos traspiés recientes con cotizaciones elevadas para dragar el ingreso al puerto de Mar del Plata e incumplimientos contractuales en las obras que tenía adjudicadas en el Canal Martín García.
La grilla de participantes de la “licitación corta” la completa la empresa de Romero asociada con Rodhe Nielsen, la empresa danesa que hace tres meses se hizo cargo del dragado del puerto marplatense.
Luego de las elecciones de 2019 ganadas por el Frente de Todos, el dueño de Emepa había quedado en la mira del kirchnerismo por haber declarado en la “causa de los cuadernos” el pago de un soborno de U$S600.000 por el decreto 113/2010, por el cual el gobierno de Cristina Kirchner le había extendido la concesión a Hidrovía SA, la empresa que compartía con Jan de Nul.
Tras asumir la concesión transitoria de la VTN, la AGP procedió a contratar en forma directa a Emepa para que siga con las tareas de balizamiento hasta las primeras semanas de 2022. Ahora, la empresa nacida en la década del 80 de unos talleres ferroviarios de Chascomús decidió jugar fuerte presentándose en las dos licitaciones temporarias que tiene en curso la AGP: la correspondiente al dragado y la convocada para los trabajos de balizamiento, cuya apertura de los sobres técnicos está agendada para el próximo 28 de diciembre. Para esta licitación, además de Emepa, ya avisaron que serán de la partida otras tres empresas locales: Pentamar, Sade Electromécanica y Crux Marine.
Reglas de juego
Las reglas de juego de la licitación del dragado prevén que las empresas podrán realizar los trabajos con dragas propias o alquiladas que estén bajo bandera nacional o extranjera. Los oferentes que propongan la utilización de equipos inscriptos bajo bandera argentina correrán con ventaja con respecto a los que tengan o alquilen dragas extranjeras y podrán quedarse con las obras, aunque sus precios sean un 5% superiores a las ofertas más bajas.
Tras la presentación de los sobres técnicos, ahora los técnicos de la AGP se tomarán 30 días para decidir quiénes pasan a la segunda instancia de las ofertas económicas.
De acuerdo con lo establecido en los pliegos, los oferentes tienen que demostrar su competencia técnica con la acreditación de obras de dragado similares a las licitadas que hayan realizado en los últimos cinco años y un volumen de sedimentos extraídos equivalente a 26 millones de metros cúbicos anuales, el doble de lo que está previsto ejecutar durante los seis meses del contrato en juego. Además, deberán acompañar el programa de trabajos, el plan de inversiones y un documento que certifique la disponibilidad de los equipamientos necesarios para las obras.
Si bien la duración inicial del contrato fue fijada en 180 días corridos, la AGP dejó la puerta abierta para prorrogar ese plazo todos los meses que sean necesarios en caso de que se atrase la licitación internacional que tiene que llevar adelante el nuevo Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable (ENCGVN) que pasó a presidir el exintendente de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Nota Editada en LetraP