Por Antonio Rossi
Mientras todas las miradas están enfocadas por estos días en las audiencias públicas convocadas para poner en marcha los ajustes tarifarios de luz y gas acordados con el FMI y en los tiempos que demandará la construcción del nuevo gasoducto troncal para sacar la producción de Vaca Muerta, en el sector energético persiste otra cuestión económica clave que representa una bomba de tiempo para las cuentas fiscales y el funcionamiento del sistema eléctrico.
Se trata de las crecientes y cada vez más voluminosas deudas que acumulan con las distribuidoras eléctricas privadas y estatales y las cooperativas del interior con la CAMMESA por la energía que reciben del sistema nacional y que solo pagan en forma parcial y con atrasos.
Las planillas oficiales exhiben que las facturas por cobrar que tiene la CAMMESA totalizan unos $ 333.000 millones, el equivalente a 7,4 meses de facturación normal y prácticamente una vez y media la suma total que desembolsará el Estado en el pago de los nuevos bonos de refuerzo de ingresos a para jubilados, trabajadores informales y monotributistas.
Las miradas están enfocadas en las audiencias públicas convocadas para poner en marcha los ajustes tarifarios de luz
Edenor y Edesur, las dos empresas con más deudas
Los números compilados hasta los primeros días de abril muestran que, entre las empresas más deudoras, las que corren en punta y con varios cuerpos de ventaja son las dos distribuidoras más grandes del país: Edenor y Edesur.
Las dos eléctricas que reinan en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires deben a la administradora del mercado eléctrico mayorista algo más de $135.000 millones, el 40% del total de las deudas que acumulan todas las distribuidoras del país.
Edesur –cuyo control mayoritario está en manos del grupo italiano ENEL—arrastra una deuda total de $71.700 millones que representan algo más de 8 meses de facturación. En marzo—según el informe tratado en la última reunión de directorio de la CAMMESA—, la empresa abonó apenas $3.100 millones, el 39% de la factura correspondiente a las transacciones de diciembre pasado que había alcanzado un total de $8.100 millones.
En el caso de Edenor—la distribuidora que desde el año pasado maneja en trío de empresarios locales integrado por Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti—la deuda impaga por la energía tomada por sistema nacional asciende a un total de $ 63.600 millones y representan casi 7 meses de su facturación promedio. Los datos hasta la primera semana de abril indican que, de la factura recibida por $9.350 millones por las transacciones de diciembre, no llegó a abonar la mitad y giró solo $4.500 millones.
Sin castigos, ni penalidades por la falta de pago
En este contexto, casi todas las compañías eléctricas de país -privadas, provinciales y cooperativas- optaron por dejar colgada a CAMMESA y utilizar esos recursos para afrontar los mayores costos operativos y salariales y, de paso, presionar por nuevos aumentos de tarifas que se destinen a mejorar sus ingresos específicos de distribución.
En los primeros meses de 2020, las deudas pendientes de las distribuidoras con la administradora eléctrica rondaban los $60.000 millones y equivalen a casi dos meses de facturación.
Dos años después, esa cuenta en rojo se multiplicó por 5 y representa más de 7 meses de facturación de todo el sistema eléctrico.
Lejos de corregirse, este preocupante escenario económico que obliga al Estado a tener que desembolsar cada vez más subsidios para poder mantener en pie el funcionamiento del sistema eléctrico va camino a agravarse por el alza de los precios internacionales de los combustibles y las dificultades económicas de las provincias y cooperativas del interior que no pueden trasladar a las tarifas todos los ajustes que impone la realidad.
Distribuidoras eléctricas en rojo: el salvataje oficial
Lo que más llama la atención es que se llegó al actual nivel récord de deudas de las eléctricas pese al esquema de "salvataje" y renegociación de los impagos más atrasados que ha venido implementado el Gobierno nacional con las empresas morosas.
Se trata de un "régimen especial de regularización" –aprobado en la ley de Presupuesto 2021—para las facturas eléctricas impagas que totalizaban en el segundo semestre de 2020 alrededor de $80.000 millones.
El esquema consiste en el "reconocimiento de un crédito" de hasta cinco veces la factura media mensual o el equivalente al 66% de la deuda existente de cada distribuidora al 30 de septiembre de 2020. De esta manera, el Estado les "perdona" a las empresas la mayor parte de las deudas y lo que queda de remanente deben abonarlo en 60 cuotas mensuales, con seis meses de gracia y un descuento del 50% en la tasa de interés del mercado.
Hasta ahora, esa movida -que representa una fuerte condonación del rojo que acumulado y una marcada licuación de los saldos a pagar que se refinanciaron a largo plazo y con tasa subsidiada- ha sido aprovechada sólo por la mayoría de las cooperativas y algunas distribuidoras provinciales.
Quiénes son las otras distribuidoras más deudoras
En el caso de Edenor y Edesur, el acceso a ese auxilio quedó frenado por las demandas judiciales contra las renegociaciones contractuales de la era macrista que promovió la intervención del ENRE y por la fuerte presión en contra que ejercieron los funcionarios kirchneristas del área energética.
Junto con las distribuidoras de la región metropolitana, también aparecen en la lista de las principales morosas que tiene la CAMMESA las siguientes eléctricas: la estatal misionera EMSA con una deuda $25.700 millones y la estatal chaqueña Secheep, con $23.500 millones.
Luego de ubicar las distribuidoras privadas bonaerenses manejadas por el grupo DESA: la empresa EDEN debe $15.800 millones; Edelap, $14.500 millones y la atlántica EDEA, $13.500 millones.
A continuación aparece el lote conformado por la riojana Edelar, con $11.700 millones de deuda; la mendocina Edemsa, con $11.300 millones y la cooperativa de Comodoro Rivadavia, con $9.300 millones.
Completan los primeros puestos de las más deudoras la distribuidora privada de Río Negro con $ 8.900 millones y la estatal cordobesa EPEC, con un salgo impago de $ 8.200 millones.
Fuente: iProfesional.com