Por Antonio Rossi
Con el alargamiento de las horas de sol y la aparición de los primeros días de cierto calor, han comenzado a asomar en el ámbito energético dos interrogantes recurrentes de los últimos años: ¿qué va a pasar en el verano con la prestación del servicio eléctrico y qué tan alto es el riesgo de que se registren cortes masivos de suministro en la región metropolitana?
Pese a que faltan casi 50 días para que se produzca el inicio de la estación estival; los funcionarios del área energética, las distribuidoras eléctricas y los especialistas del sector no dejan de mirar con atención el panorama que podría plantearse si los termómetros se mantienen varios días por encima de los 35 grados en los horarios de mayor demanda.
Un dato positivo, pero no determinante, que podría perfilar un horizonte de relativa normalidad lo dio el informe sobre la "programación estacional del mercado eléctrico" que realizaron los técnicos de la Cammesa para el período que va de noviembre de este año a abril de 2023.
Comparado con el mismo período anterior, la demanda total esperada en la región metropolitana registraría una baja del 0,5%. Eso implicaría, a priori, que el nivel de exigencia técnica de las redes e instalaciones eléctricas no tendría que afrontar una mayor sobrecarga que la registrada en los meses del último verano.
Además, por el lado del comportamiento de la generación, el trabajo de Cammesa no advierte ningún obstáculo a la hora de poder cubrir la totalidad de la demanda nacional. La producción de las generadoras locales se perfila más que suficiente y hasta no se descarta la exportación de energía eléctrica térmica a Brasil con posibles excedentes de gas. El informe consiga también que "la probabilidad de abastecer el pico máximo con las reservas requeridas es del 98,82%. Sólo habría un 0,01% de probabilidad de que se puede registrar un faltante de 2670 MW en los momentos de mayor demanda del sistema".
Cómo se preparan Edenor y Edesur
A diferencia de lo previsto para el parque de generación, la situación que enfrentan las distribuidoras del AMBA, Edenor y Edesur, no permite asegurar el transcurso de un verano tranquilo y sin sobresaltos en materia de suministro eléctrico.
Las empresas aseguran que están preparadas y que ya tienen prevista la puesta en marcha de sendos "planes veranos" para reforzar las cuadrillas y poder atender en el menor tiempo posible los eventos de cortes zonales y barriales. Pero tanto desde Edenor -controlada desde el año pasado por el trío de Vila, Manzano y Filiberti- como desde Edesur -piloteada por el grupo italiano ENEL-, no dejan de señalar en off que no cuentan con ingresos tarifarios suficientes para poder encarar todas las obras e inversiones que hacen falta para acotar al mínimo las fallas e interrupciones del servicio.
Desde las eléctricas metropolitanas apuntan que pasaron 2020 con una inflación del 36,1% y sin ningún aumento tarifario. En 2021, frente a una inflación del 50,9%, la suba tarifaria otorgada fue solo del 21%. Y en lo que va de este año, con índice inflacionario acumulado superior al 65%, el único incremento tarifario que recibieron fue de apenas un 8% en el mes de marzo.
Con esos ajustes tarifarios mínimos, las distribuidoras reconocen que pueden atender sin mayores complicaciones los suministros en los meses de relativa estabilidad de la demanda, pero no en los picos de la temporada estival provocados por una seguidilla de días de intenso calor.
Las eléctricas esperan una mayor revisión tarifaria
A lo anterior se agrega otro incumplimiento del Gobierno que ha retrasado la normalización de los ingresos específicos de las distribuidoras.
Si los funcionarios del área energética hubieran cumplido con los plazos fijados en el decreto 1020/20, Edesur y Edenor ya tendrían que tener aprobadas y listas para que entren en vigencia en diciembre las "Revisiones Tarifarias Integrales" (RTI).
Se trata de las "hojas de rutas" quinquenales que contiene el programa de obras de mantenimiento, las nuevas inversiones para extender las redes y los aumentos y ajustes de tarifas que van a recibir las distribuidoras en ese período para poder cumplir con sus obligaciones, garantizar la prestación del servicio y obtener una tasa de ganancia razonable.
El proceso de las RTI demanda entre 4 y 6 meses de estudios y negociaciones y una que vez que están definidas deben pasar por audiencias públicas.
En lugar de haber avanzado con esas negociaciones para regularizar los contratos de concesión, el Gobierno optó seguir aplicando parches y cambios transitorios que fueron postergando las soluciones de fondo.
Según el Presupuesto aprobado en Diputados que ahora debe tratar el Senado, el Gobierno tendrá ahora un nuevo plazo de 90 días para cerrar las RTI de Edenor y Edesur.
¿Un Mundial sin luz?: presión para el Gobierno
En el calendario de los próximos meses, las eléctricas y el ENRE que conduce el massista Walter Martello tienen marcados como períodos críticos las tres primeras semanas de diciembre.
En ese período se concentrarán la mayor actividad habitual de esa época del año previa a las fiestas y la transmisión de los partidos definitorios del Mundial de fútbol que se desarrollará en Qatar.
Una falla masiva que deje a miles de usuarios sin luz en esos días pondría otra vez a las empresas en la mira e implicaría para el Gobierno un serio problema político en la última parte del año que cerrará con un récord inflacionario.
En ese sentido, en los despachos oficiales cruzan los dedos para que no repita la situación que se registró sobre la expiración de 2021, cuando los cortes llegaron a afectar a casi 800.000 habitantes en el área de concesión de Edesur.
A diferencia del verano pasado, está vez las quejas y reclamos de los usuarios que se queden sin luz podrían sonar más fuertes por el elemento adicional que representan ls subas que se viene registrando en las boletas por la segmentación tarifaria y la quita de subsidios.
Los usuarios del "Nivel 1" que perdieron los subsidios y los del "Nivel 3" que consumen más de 400 kWh mensuales comenzaron a afrontar desde octubre un aumento final del 25% promedio, al cual se agregará a partir de noviembre otra suba del orden del 50%. El raid de ajustes terminará recién en enero con otro aumento promedio también del 50%.
Fuente: iProfesional