Por Antonio Rossi
Con el doble fin de cubrirse ante posible reclamos administrativos y judiciales por la demora que arrastra en la implementación de las RTI (Revisión Tarifaria Integral) y de otorgarle a las empresas del sector algo de oxígeno económico para que puedan garantizar el pago de los sueldos hasta fin de año; la intervención del ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) aprobó un nuevo cuadro tarifario para las transportistas eléctricas que implica una suba de casi 21% en los valores regulados que reciben por operar y mantener las redes de media y alta tensión a nivel nacional.
Por medio de 8 resoluciones, el ente regulador --que conduce el massista bonaerense, Walter Martello—le dio vio libre a una mejora generalizada y transitoria de ingresos destinada a las empresas Transener, Transnoa, Transnea, Transcomahue, Distrocuyo, EPEN, Transba y Transpa.
El Gobierno habilitó aumento retroactivo para transportistas eléctricas
Los aumentos concedidos a las transportistas eléctricas contienen dos datos llamativos. En primer lugar, los ajustes en las remuneraciones por la operación y mantenimiento de las líneas y sistemas de transmisión se aplicarán en forma retroactiva al 1 de agosto y será afrontados con los recursos que administra la Cammesa.
Y, en segundo lugar, esos aumentos tarifarios serán trasladados a las facturas que abonan los usuarios residenciales, comercios e industrias de todo el país recién a partir de noviembre cuando se defina la nueva programación estacional del mercado mayorista eléctrico.
Además, las resoluciones del ENRE introdujeron un nuevo esquema de actualización de las remuneraciones de las transportistas que se activará cada tres meses. La primera corrección tarifaria se concretará en noviembre tomando en cuenta una fórmula que combinará las variaciones de los índices de precios minoristas y mayoristas, los aumentos de salarios y las subas registradas en repuestos, equipos y costos de obras.
Las recomposiciones tarifarias a las transportistas del 20% al 21% que otorgó el organismo de control quedaron muy lejos de las subas que reclamaban las empresas, para poder cubrir los mayores gastos operativos y salarios que se dispararon en los últimos meses por el avance inflacionario.
La inflación, por encima de la mejora en los ingresos de las empresas de energía
Tras haber recibido entre 2019 y 2022 un ajuste tarifario de apenas un 70% promedio, las compañías de transporte eléctrico tuvieron a principios de 2023 una mejora en sus ingresos del orden del 155% que contemplaba los desfasajes pasados y una variación de precios para este año del 60% que estaba en línea con la pauta oficial prevista en la ley de Presupuesto.
Al ver que esa meta inflacionaria no se iba a cumplir y tras los desbordes de precios que comenzaron a registrarse a partir del segundo trimestre, las transportistas salieron a reclamar desde mediados de año un ajuste en sus ingresos del orden del 70% para no tener que cerrar el 2023 con sus cuentas en rojo.
La respuesta tardía del Gobierno fue un aumento que representa menos de un tercio de lo que habían solicitado y que solo les permitiría poder atender la liquidación de los sueldos de sus operarios y técnicos, pero no la totalidad de las obras e inversiones que deben llevar adelante en los últimos meses del año.
En los fundamentos de las resoluciones que aprobaron las modificaciones tarifarias para las transportistas, el interventor del ENRE cargó contra el titular de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa al reconocer que "transcurrido el primer semestre de 2023, se observa un desvío en la evolución real de las variables macroeconómicas respecto de las previstas por el Ministerio de Economía en su Proyecto de Ley de Presupuesto que fueron utilizadas para definir las tarifas vigentes".
Agregó, además, que el nuevo ajuste que corre en forma retroactiva al 1 de agosto "se enmarca en la extensión del periodo de renegociación de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) y en la necesidad de definir una readecuación de los ingresos que permita a las concesionarias del servicio público de transporte de energía eléctrica mantener en términos reales los niveles de ingresos y cubrir las necesidades de inversión, definidas en febrero de 2022 y ajustadas en enero de 2023".
Para el titular del ente eléctrico "no se trata de nuevas tarifas, sino de la adecuación de los ingresos tarifarios establecidos en febrero 2022 y ajustados en enero de 2023, a los fines de mantener su poder real de compra, lo que tiene sustento normativo en el artículo 42 de la Ley Nº 24.065".
¿De cuánto será el aumento en tarifas residenciales?
Con respecto al nuevo mecanismo de ajuste que se aplicará cada tres meses, Martello sostuvo que se originó por una instrucción de la Secretaría de Energía que comanda Flavia Royón y que el mismo establece "una fórmula de ajuste trimestral que pondera los desvíos de la remuneración de la transportista, teniendo en cuenta la estructura de costos prevista en la Proyección Económico-Financiera (PEF) del año 2022".
En cuanto al momento en que los aumentos aprobados para las transportistas se trasladarán a las facturas de los usuarios, las resoluciones del ENRE indicaron que no será en forma inmediata y que recién a partir de noviembre tendrán un impacto equivalente a $15 para los consumos medios de los hogares de 300 kWh/mes.
Fuente: iProfesional