Por Antonio Rossi
En medio de la creciente incertidumbre política por el resultado de las elecciones y el agravamiento de la situación económica, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, decidió lanzar una nueva versión del "Plan Platita" en el sector eléctrico.
Por medio de la resolución 830/23 de la Secretaría de Energía que conduce Flavia Royón, dispuso la entrada en vigencia de un nuevo subsidio tarifario destinado a reducir los montos de las facturas eléctricas de los productores agrícolas de la provincia de Neuquén.
La medida —que va a contramano del compromiso asumido con el FMI para recortar el déficit fiscal— establece que los "productores frutícolas, vitivinícolas, hortícolas, forrajeros y frigoríficos neuquinos" pasarán a pagar durante seis meses la tarifa eléctrica más baja del esquema de segmentación residencial. Es la que rige para los hogares de menores ingresos (N2) y cubre solo el 13% del precio real de la energía eléctrica con un nivel de subsidios del Estado Nacional que trepa al 87%.
El costo del nuevo subsidio direccionado a los productores de la provincia patagónica recaerá sobre las espaldas de la Cammesa, la administradora del mercado eléctrico mayorista que entre enero y setiembre de este año ya recibió un desembolso económico estatal de $1,170 billones para poder cubrir sus cuentas en rojo.
Datos que llaman la atención de este beneficio a Neuquén
Si bien resulta atendible que el Gobierno salga en ayuda de las producciones regionales que se han visto afectadas por las inclemencias climáticas y meteorológicas, hay dos datos salientes que llaman la atención en este caso particular que beneficia a los usuarios neuquinos.
En primer lugar, esa ayuda nacional debería haber sido implementada mediante una reasignación presupuestaria específica del área de Agricultura o del ministerio del Interior y no a través de una nueva carga que va camino a horadar aún más la situación económica y financiera de la Cammesa.
Y, en segundo lugar, resulta por demás extraño que la Nación haya acudido en auxilio de la provincia de Neuquén, cuya administración provincial se ha visto beneficiada en los últimos años con los ingresos crecientes de las regalías e impuestos provenientes del crecimiento de la producción hidrocarburífera de Vaca Muerta.
Según los fundamentos esgrimidos por las autoridades económicas, el nuevo subsidio tarifario tiene por objeto "mitigar los daños económicos causados por las heladas tardías y resguardar la continuidad de las explotaciones afectadas de los productores frutícolas, vitivinícolas, hortícolas, forrajeros y frigoríficos de la provincia de Neuquén".
En qué momento tendrá validez el beneficio tarifario
El beneficio tarifario -que consiste en "la reducción en los precios estacionales de la energía eléctrica" al mismo nivel de los usuarios residenciales de menores recursos- se extenderá desde el 1 de octubre hasta el 31 de marzo del próximo año.
La resolución 830/23 destacó que la medida adoptada se basa en la Ley 26.509 de Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios y en los decretos provinciales del gobierno neuquino que declararon la situación de "emergencia y desastre agrario" por las heladas que afectaron gravemente los sectores frutícola, vitivinícola, hortícola y forrajero".
En la parte resolutiva, establece que las empresas distribuidoras y los prestadores de servicio eléctrico de la provincia de Neuquén tendrán que facturarles a los "usuarios productores frutícolas, vitivinícolas, hortícolas, forrajeros y frigoríficos" las tarifas de energía y potencia fijadas para los hogares del segmento N2 hasta el último día de marzo de 2024.
En lo que respecta a la instrumentación del subsidio, la resolución de Energía dispuso que la encargada de identificar a los productores será la Comisión de Emergencia Agraria del gobierno de Neuquén, la cual deberá evaluar las superficies y los daños registrados y el tiempo que demandará la recuperación de las explotaciones afectadas.
Fuente: iProfesional