Por Antonio Rossi
Con un bajísimo perfil y sin estridencias, el ministro de Economía, Toto Caputo abrió el camino a un proyecto sin precedentes para desarrollar un nuevo modo de transporte público de pasajero, similar al Metrobus, que uniría la terminar porteña de Retiro con el partido bonaerense de Pilar.
Tras haber recibido una orden bajada por el titular del Palacio de Hacienda, Vialidad Nacional puso en marcha un estudio y relevamiento topográfico sobre la traza de 54 kilómetros del ferrocarril Belgrano Norte que va desde Retiro hasta la estación Villa Rosa.
En las indicaciones remitidas al titular de Vialidad, Raúl Bertola, ex responsable del ente vial de la provincia de Córdoba durante la gestión de Juan Schiaretti; Caputo se limitó a señalar que el trabajo iba a servir de base para una futura implementación de un nuevo sistema de Bus de Tránsito Rápido (BRT según su denominación en inglés) que iría paralelo al trayecto ferroviario.
Un Metrobus de largo recorrido
El proyecto, equivalente a un Metrobus de largo recorrido, contemplaría la construcción de una infraestructura de rodaje elevada con un número reducido de paradas entre ambas cabeceras.
Fuentes consultadas por Letra P precisaron que dos equipos técnicos y de ingeniería del organismo vial iniciaron a fines de mayo los relevamientos y mediciones del proyecto de BRT y prevén entregar los informes finales a mediados de agosto.
Para los trabajos que arrancaron desde Villa Rosa hacia el barrio porteño de Retiro, el personal de Vialidad cuenta con instrumentos de mediciones digitales y satelitales que permiten actualizar tanto la planimetría como la altimetría de las estaciones y vías.
Hasta ahora, ya se llevan censadas y relevadas cinco estaciones y sus zonas aledañas. En determinados lugares sólo se logró acceder con el acompañamiento de efectivos de la Policía Bonaerense contratados por Vialidad Nacional.
Toto Caputo auspicia el proyecto
El proyecto de BRT impulsado desde la cartera de Caputo tiene como elemento llamativo que tanto las autoridades de la Secretaría de Transporte que están bajo su órbita como la Municipalidad de Pilar desconocen los detalles y alcances de la nueva alternativa de transporte público de pasajeros.
A eso se agrega el interrogante de por qué se asignó el estudio y relevamiento a Vialidad Nacional dejando al margen a las áreas específicas de planificación que existen en la Subsecretaria de Transporte Ferroviario y en las empresas estatales Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario (Decahf).
Consultados por Letra P sobre la viabilidad y conveniencia de un proyecto de BRT, dos especialistas en temas de transporte coincidieron en señalar que, a priori, lo más lógico y lo que más beneficios sociales reportaría sería la “modernización y electrificación de las dos líneas ferroviarias metropolitanas que comunican el centro porteño con el partido de Pilar”.
La viabilidad del proyecto
Una de esas líneas corresponde al ferrocarril Belgrano Norte, cuyos servicios son operados por la concesionaria privada Ferrovías, que pertenece grupo Emepa del empresario Gabriel Romero y transporta por mes un promedio de 2,4 millones de pasajeros que abonan boleto.
La otra es la línea San Martín que está a cargo de la estatal SOFSE, que conduce el massista Adrián Luque y moviliza por mes un promedio de 2,7 millones de pasajeros pagos.
Esos dos ferrocarriles metropolitanos, junto con los trenes del Belgrano Sur, son los más atrasados en materia tecnológica y aún siguen funcionando con trenes diésel.
En el caso del San Martín, las obras de modernización que estaban en proceso de licitación con un crédito de u$s400 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fueron frenadas por Caputo a principios de año.
Además de archivar la electrificación, el titular de Economía metió mano para poder redireccionar a otras áreas gubernamentales esa asistencia financiera del BID.
Una iniciativa en las vías
Hasta que la administración libertaria ponga en claro qué busca con el proyecto críptico de BRT, la incertidumbre promete ir ganando terreno en el sistema ferroviario que Milei declaró en estado de emergencia la semana pasada.
La crítica situación del sector, que se vio agravada por los recortes de fondos sufridos desde diciembre pasado y el temor a que haya más choques de trenes como el registrado en Palermo, llevaron a la Casa Rosada a abrir el paraguas y a adoptar dos medidas clave.
Por un lado, el traspaso al ámbito ferroviario de los ingresos Sistema Integrado de Mejora y Profesionalización del Autotransporte de Cargas (Simpac) un fondo fiduciario que beneficiaba al gremio Camineros que conducen Pablo Moyano y Hugo Moyano.
Por otro lado, la asignación una partida específica de $1.293 billones para poder afrontar las obras e inversiones prioritarias destinadas a garantizar la seguridad operativa de los servicios de pasajeros y cargas.
Nota Editada en LetraP