Por Antonio Rossi
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo definió la nueva "hoja de ruta" de los ajustes tarifarios para el servicio de gas que se basará en tres puntos esenciales: el traslado a los usuarios residenciales del precio dolarizado pleno del gas, la implementación de un nuevo y acotado esquema de segmentación de subsidios a los consumos hogareños y la actualización mensual de los cuadros tarifarios de las distribuidoras y transportadoras.
Al abrir la audiencia pública convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) para tratar los pedidos de incrementos de las operadoras gasíferas, Rodríguez Chirillo puso sobre el tapete los datos claves que faltaban conocer para poder delinear el alcance que tendrán las subas en juego sobre las facturas finales de los clientes residenciales a nivel nacional.
El primero de ellos, es el valor del gas en boca de pozo (PIST) que se trasladará a las boletas. El titular de Energía precisó que actualmente el precio promedio del PIST es de u$s4 por millón de BTU, pero que lo que pagan los usuarios es de u$s/MBTU 1,50 al tipo de cambio previo a la devaluación.
Eso hace que, con el dólar oficial actual, los consumidores sólo abonen el equivalente al 17,5% del precio del gas, mientras que el Estado cubre con subsidios el 82,5% restante.
Rodríguez Chirillo precisó que la nueva política tarifaria comprende "la eliminación del subsidio y el traslado total del PIST a las facturas en los meses de febrero, marzo y abril". Esa "dolarización" plena del gas implicará en los hechos un aumento de casi 400% en el valor del metro cúbico que se aplicará dividido en tres cuotas del orden del 133% mensual.
Impacto en las facturas
Solamente el incremento correspondiente al precio del gas en las facturas finales estaría en torno del 200% promedio. A eso, hay que agregarle los ajustes que el Gobierno les autorice a las distribuidoras y transportadoras. A juzgar por los planteos de las empresas y el atraso reconocido por los funcionarios, esa parte del servicio podría llegar a registrar un aumento promedio del 200% y 220%. De esta manera, el impacto final en las facturas residenciales escalaría hasta un promedio de 400% con respecto a las tarifas vigentes hasta ahora.
La segunda cuestión relevante es la vinculada con el actual esquema de segmentación tarifaria según los niveles socioeconómicos de los clientes hogareños. Rodríguez Chirillo indicó que el sistema vigente de N1 (altos ingresos), N2 (bajos recursos) y N3 (sector medio) establecido desde agosto de 2022, se mantendrá solo por tres meses más.
A partir de mayo -y una vez que el precio del gas deje de estar subsidiado y siga el valor del dólar oficial-, entrará a regir un nuevo y más acotado esquema de subsidios destinado solo a los sectores vulnerables.
De acuerdo con el análisis oficial, la segmentación que implementaron el ex ministro de Economía, Sergio Massa y la ex titular de Energía y actual de Minería, Flavia Royón, tuvo tres marcadas falencias: los usuarios N1, N2 y N3 siguieron recibiendo subsidios generalizados porque los precios fijados en los mercados mayoristas no cubrían el total de costos, superposición de beneficiarios de planes sociales y falta de control de los padrones de usuarios con fuertes discrepancias con el RASE y la base de datos del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS).
Subsidios acotados
El nuevo esquema -que será tratado en una "audiencia pública" específica que convocará el Gobierno- se estructurará sobre cinco ejes:
1. La determinación de los ingresos totales del grupo conviviente en una unidad familiar.
2. La definición de una "canasta básica energética de luz y gas" que cubra las necesidades básicas indispensables que se determinará en una cantidad tope de kWh y metros cúbicos por mes.
3. Dicha "canasta básica energética" se adecuará a los tipos de consumo de las distintas zonas del país.
4. Para el otorgamiento de subsidios se descontarán de las cantidades los ingresos del grupo social correspondiente y se limitará la incidencia de ese costo a un porcentaje del ingreso, subsidiando la diferencia.
5. El subsidio será diferencial cuando el costo básico de la energía supere un porcentaje determinado de los ingresos totales del grupo conviviente.
Según destacó Rodríguez Chirillo, con este nuevo esquema, el objetivo que busca la administración de Javier Milei es "limitar los subsidios solamente a los sectores más vulnerables y estableciendo volúmenes máximos de servicios energéticos subsidiados y recrear mecanismos necesarios para que el sector privado sea el responsable de la expansión de la infraestructura a su propio riesgo".
Agregó, además, que su gestión apuntará a "asegurar el suministro para que la energía se convierta en el motor indispensable para el crecimiento sostenido de la economía y la mejora del bienestar de la sociedad y a revertir el balance comercial energético deficitario en el más breve plazo, convirtiendo al país en actor confiable en los mercados internacionales".
Subas mensuales
En cuanto a las distribuidoras y transportadoras, el nuevo interventor del ENARGAS, Carlos Casares confirmó que, junto con los incrementos de sus ingresos específicos que tendrán a partir de febrero, contarán a partir de marzo con un mecanismo de actualización automático que estará atada a la variación de los precios mayoristas. Con esa herramienta de ajuste directa, el Gobierno evitará tener que convocar a audiencia pública previa antes de cada "remarcación" de los cargos fijos y variables.
Los tiempos en juego marcan que el ENARGAS debe entregar un informe final de la audiencia en los últimos días de enero para que se aprueben las nuevas tarifas a partir de febrero. Antes, el 15 de enero, será el turno del esquema de participación ciudadana para los aumentos y quita de subsidios en colectivos y trenes y el 26 de enero, tendrá lugar la audiencia del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para definir los ajustes de Edenor y Edesur.
Fuente: iProfesional