Por Antonio Rossi
A la desregulación aerocomercial y el retorno de la política de “cielos abiertos” implementada desde su llegada a la Casa Rosada; el gobierno de Javier Milei quiere aplicar ahora un nuevo esquema de “rutas abiertas” con una liberalización amplia del negocio de los ómnibus de larga distancia.
La movida apunta a ampliar la cantidad de servicios con una mayor competencia entre las actuales empresas y las futuras operadoras que se incorporen al sector.
La flexibilización de las reglas de juego del transporte automotor de pasajeros de larga distancia prevé cinco cambios relevantes:
- Creación de un nuevo registro de operadoras con trámites online para altas y baja de servicios.
- Libertad de horarios y recorridos.
- Desregulación tarifaria.
- Libre elección de los puntos de partida y llegada de los viajes.
- Visto bueno oficial para que las empresas cierren acuerdos de cooperación para compartir vehículos y choferes.
El esquema Federico Sturzenegger
Con el nuevo marco legal para los servicios de larga distancia y traslados a los aeropuertos y terminales portuarias, la administración mileísta busca ampliar y extender las desregulaciones iniciales que había introducido en el sector a principios de los 90 la gestión del ex ministro de Economía Domingo Cavallo por medio del decreto 958/92.
De acuerdo con los datos obtenidos por Letra P, la redacción del nuevo esquema de “rutas abiertas” está en manos de un grupo de técnicos del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, y de la Secretaría de Transporte a cargo de Franco Mogetta.
La intención oficial es que el nuevo esquema esté listo y operativo antes de mediados de setiembre, para que funcione a pleno durante la próxima temporada alta estival.
Nuevo registro de Operadoras
En el futuro, en el Registro de Operadoras se podrán inscribir como empresas de transporte automotor de pasajeros tanto personas jurídicas como personas físicas.
Las personas jurídicas extranjeras o de capital total o parcialmente extranjero podrán realizar cualquier tipo de transporte en igualdad de condiciones con las firmas nacionales.
Las compañías de larga distancia que operan actualmente en el mercado quedarán automáticamente incorporadas al nuevo registro y continuarán con la prestación de los servicios regulares durante el plazo que dure la implementación del nuevo esquema.
En ese lapso con la nueva metodología, las empresas deberán consignar tanto los servicios que seguirán operando como aquellos que quieran ampliar a cualquier destino del país.
Las nuevas operadoras que sean habilitadas podrán comenzar a prestar servicios a los cinco días de concluida de la inscripción.
Requisitos para operar
Las empresas deberán comunicar su capacidad de transporte, cantidad y tipo del parque móvil a utilizar, oferta de asientos, seguros contratados por el parque móvil y la nómina de choferes con sus correspondientes licencias de conductor profesional vigente.
Los vehículos tienen que estar radicados en el país y pueden ser propios, en leasing, comodato o con contrato de compraventa con reserva de dominio.
También tendrán que informar si van a prestar servicios de manera regular o temporaria y las referencias sobre el origen, paradas intermedias y destino de los viajes.
Libertad para recorridos, horarios y tarifas
La reforma establece que las empresas de larga distancia podrán establecer libremente los recorridos, horarios, tarifas, modalidades y duración de los servicios que presten dentro de los estándares mínimos en materia de seguridad establecidos por las normas vigentes.
De esta manera, las compañías que actualmente sólo están habilitadas a operar desde la Capital Federal a la Costa Atlántica podrán ampliar sin trabas sus servicios a cualquier destino nacional. Lo mismo podrán hacer aquellas que operan en el interior del país y las nuevas que entren a competir en el sector.
Además, se permitirá que las empresas puedan establecer “acuerdos de cooperación” para el uso compartido tanto del parque vehicular como de la dotación de choferes.
Conflicto por las terminales
A esa flexibilidad operativa se agrega otro cambio que se encamina a chocar con normativas provinciales y municipales. Según la letra chica del borrador desregulatorio, las empresas transportistas ya no estarán obligadas a utilizar las terminales de pasajeros que están habilitadas para las salidas y llegadas de sus servicios.
En los papeles, cada compañía va a poder establecer de manera arbitraria el lugar de inicio, las paradas y el punto de finalización de los viajes.
En la práctica, solo será posible si las provincias y las autoridades municipales adhieren a la nueva legislación nacional y aceptan que los ómnibus dejen de usar terminales actuales y acepten parar en los sitios que más les convengan a las empresas.
El proyecto también posibilita que cualquier empresa pueda ingresar para dejar y tomar pasajeros en los puertos, aeropuertos y aeródromos nacionales.
Con ese cambio, las empresas que presten servicios desde el interior del país a la Capital Federal podrían incorporar paradas en el puerto de Buenos Aires, Aeroparque y el aeropuerto internacional de Ezeiza.
Nota editada en Letra P