Con cartel de venta por parte de su accionista, el grupo italiano Enel, y en medio de las polémicas por los cortes de luz que hubo en el verano, que llevaron al Gobierno a plantear, incluso, su estatización, Edesur anunció sus resultados anuales de 2022. Pese a que, gracias a un acuerdo firmado con el Gobierno, la cifra final arrojó una ganancia de $ 36.238 millones, contra un rojo prácticamente del mismo monto ($ 36.601 millones) en 2021, durante el año pasado, la distribuidora eléctrica del sur de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano más que duplicó sus pérdidas operativas, que ascendieron a $ 36.459 millones. En 2021, habían sido de $ 15.204 millones.
"Durante 2022, los ingresos de Edesur se ajustaron un 8%, muy por debajo de la inflación. Estos niveles de ingresos son insuficientes para cubrir sus costos fijos", explicó Claudio Cunha, country manager de Enel Argentina. "Como funciona en otros países, la Argentina necesita previsibilidad de reglas y una normalización estructural y completa de las tarifas de distribución, para así tener un sistema más robusto y resiliente", agregó.
Edesur tiene la concesión del servicio de distribución eléctrica en el sur de la Capital y el Gran Buenos Aires, un total de 2,5 millones de clientes. El viernes, su directorio aprobó los resultados financieros al 31 de diciembre de 2022. El año pasado, consignó, sus ingresos ordinarios cayeron 5%, "como consecuencia, principalmente, del atraso tarifario en relación con la inflación interanual". En tanto, sus ventas de energía, en términos físicos, "presentaron una mejora del orden del 5%", explicó.
Sin embargo, el balance registró una ganancia final, que contrastó con las fuertes pérdidas del año anterior. Ese resultado extraordinario, señaló Edesur, se debió a un acuerdo que firmó con el Gobierno el 29 de diciembre último. En el contexto del artículo 87 de la ley 27.591, en paralelo con la condonación de las deudas que las distribuidoras tenían con Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado mayorista eléctrico, se le permitió a Edesur reconocer ingresos extraordinarios y por única vez de aproximadamente $ 52.000 millones.
"Los efectos de este acuerdo impactaron en los resultados de la sociedad de la siguiente manera: reconocimiento de ingresos operativos por $ 38.979,9 millones; recupero de 'Costos financieros' por $ 13.728,1 millones; y su correspondiente impacto en la línea 'Impuesto a las ganancias'", indicó la distribuidora.
La empresa aclaró que el ebitda ordinario acumuló una pérdida de $ 19.273 millones, "producto de que los costos (principalmente, salarios) se han incrementado al ritmo de la inflación, mientras que los ingresos no han tenido el mismo comportamiento (sólo un 8% de aumento en las tarifas)".
Edesur añadió que el ebit (resultado operativo, que rozó los $ 36.500 millones) se vio afectado por esos indicadores previos.
"El resultado del ejercicio refleja una ganancia de $ 36.238 millones, debido al efecto extraordinario y puntual del acuerdo mencionado anteriormente. Sin estos efectos, el resultado 'ordinario' de la compañía habría sido de $ 1978 millones", precisó el comunicado que difundió la empresa a los reguladores bursátiles.
"Además, dicho resultado incluye una ganancia contable de $ 104.604 millones sin impacto en la caja, producido por el ajuste por inflación que se origina por actualización de las partidas monetarias del balance", agregó.
Entre otros puntos, la deuda neta ($ 2730 millones) mejoró contra el año previo, "debido a los mayores saldos de efectivo e inversiones corrientes, junto con menores saldos de deuda financiera".
En tanto, las inversiones ascendieron a $ 30.951 millones, un ajuste del 19% contra los $ 38.445 millones del ejercicio anterior. "Cabe mencionar que, con las inversiones y la gestión realizadas durante los últimos años, se ha logrado una mejora del 53% en el tiempo medio de duración de los cortes por usuario", contextualizó.
En 2022, Edesur registró un crecimiento del 3,3% en su demanda acumulada de energía eléctrica, a 21.028 gigawatts-hora (GWh). La cifra no incluye los intercambios con otras distribuidoras.
Por tipo de usuario, la demanda industrial/comercial grande se incrementó 7,2%, en tanto que la chica o residencial lo hizo en 3,5%. Esta última, "ligada en mayor o menor medida a la temperatura", señaló Edesur. "Ambos segmentos de demanda impulsaron el crecimiento del consumo eléctrico pospandemia", puntualizó. Por su parte, la demanda del sector comercial (consumos intermedios) subió 1,6 por ciento.
Las ventas de energía de 2022, 17.163 GWh, fueron 5% superiores a las de 2021, "en línea con el aumento del consumo eléctrico en todas las categorías de usuarios".
"Durante 2022 hemos llevado energía eléctrica a 60.000 nuevos clientes", destacó la distribuidora, que calculó las pérdidas de energía acumuladas en esos 12 meses en el orden del 19 por ciento.
En noviembre, el grupo italiano Enel anunció la venta de activos en mercados no estratégicos para reducir su deuda, de 24.000 millones de euros. Esos países de los que saldrá son Perú, Rumania y la Argentina, donde Edesur es su principal activo. En febrero, el CEO de Enel, Francesco Starace, precisó que una de las razones de su partida de la Argentina es "su regulación, la más bizarra del mundo".
Enel dijo que licitaría los activos internacionalmente, por separado. La italiana dio el primer paso de esa salida hace dos semanas, tras cederle sus generadoras térmicas (Central Costanera y su 40% en Central Dock Sud) a Central Puerto, un ticket de u$s 102 millones. En marzo iniciaría el proceso de licitación por Edesur.
Ya con cartel de venta puesto, la distribuidora estuvo en el ojo de la tormenta por los cortes que sufrió durante el verano, ya con un apagón en la noche de Año Nuevo que afectó a 400.000 usuarios de varios barrios del sur de la ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, la mayor polémica fue este mes. En plena ola de calor, la interrupción del servicio a más de 40.000 usuarios en su zona de concesión -en especial, en Capital Federal- provocó fuertes protestas, que llevó al Gobierno a analizar opciones desde la intervención a, directamente, la revocación del servicio, con intendentes del conurbano que plantearon la posibilidad de armar una empresa pública conjunta para gestionar la concesión.
Finalmente, el Ministro de Economía, Sergio Massa, instruyó la Secretaría de Energía y al Ente Regulador (ENRE) que aplique una multa de $ 1000 millones "por los problemas de calidad en el servicio" e instó a la empresa a "devolver a los usuarios que hayan sido víctimas de cortes superiores al promedio establecido en el contrato la totalidad de la factura del último mes".
No fue la última página de esa historia. Este lunes, el interventor del ENRE, Walter Martello, firmó dos resoluciones que dieron inicio a la auditoría técnica integral sobre Edesur y a la primera etapa de un conjunto de sanciones que la distribuidora deberá abonar por este motivo, según explicó el organismo en un comunicado que citó la agencia oficial Télam.
"A través de la Resolución 236/2023, el interventor del ente determinó el inicio del proceso de aplicación de un conjunto de sanciones a la empresa Edesur por las afectaciones en el servicio eléctrico durante febrero", se indicó.
"Estas sanciones se suman a los más de $ 3772 millones aplicados a la distribuidora Edesur desde septiembre de 2022", destacó.
Agregó que, en la primera instancia sancionatoria, Edesur "deberá abonar resarcimientos a los usuarios afectados por cortes de suministro cuya duración haya sido igual o mayor a las 10 horas, según lo establece la normativa vigente para este tipo de afectaciones, y sin perjuicio de las sanciones que se encuentran en desarrollo".
La otra resolución, 237/2023, dispuso la realización de una auditoría técnica integral en Edesur "con el objetivo de determinar la capacidad y confiabilidad del servicio público de distribución de electricidad y fiscalizar la calidad de servicio establecida en el contrato de concesión".
Fuente: El Cronista