La empresa estatal Energía Argentina (Enarsa) contrató la semana pasada un cargamento de gas natural licuado (GNL) para los próximos días a un costo de 30 millones de dólares y un precio unitario de u$s 15 por millón de BTU. El buque ingresará a la brevedad a la terminal de regasificación de Escobar, Buenos Aires, y fue convocado por la ola de calor extremo en el centro del país.
En los próximos días, el Estado argentino mediante esta firma se prepara para lanzar la licitación de importaciones de GNL por entre 10 y 12 cargos más, que llegarán en barcos al puerto de Bahía Blanca en el invierno. De esa manera, está previsto un gasto de entre 450 y 560 millones de dólares más en el período que va de mayo a agosto, si se mantuvieran los actuales precios internacionales.
Según fuentes cercanas a la operación, la licitación se hará para tomar la oportunidad de la diferencia de precios internacionales entre el gas licuado y los combustibles líquidos que utilizan las centrales termoeléctricas (gasoil y fuel oil), que además de ser más contaminantes para el medio ambiente dañan más rápido a las máquinas, que deben salir a reparación más temprano y más frecuentemente que si utilizaran solamente gas. Es decir, habrá una sustitución de importaciones porque las alternativas más caras.
Gasoducto de Vaca Muerta e importaciones de gas
Pese a que todas las autoridades económicas y energéticas del país insisten en que el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta estará terminado, inaugurado y en operación comercial el 20 de junio -y que algunos especialistas crean que habrá una pequeña demora cercana a un mes-, las importaciones seguirán siendo necesarias para cubrir los picos de demanda de gas en invierno, cuando los hogares consumen hasta 5 veces más que en verano (entre 100 y 110 millones de m3 diarios en el pico, que suele darse en julio).
En febrero, la ex Enarsa había licitado y luego contratado 30 cargamentos de gas licuado a precio fijo y prepago, en bloques de 10 cargos cada uno a BP, Vitol y Total por un total de u$s 1300 millones, a un promedio de u$s 20,80 por millón de BTU. Esa operación implicó un ahorro de u$s 2100 millones frente al Presupuesto 2023, lo que fue celebrado por el ministro de Economía, Sergio Massa; la secretaria de Energía, Flavia Royón; y el presidente de Energía Argentina, Agustín Gerez.
El país obtuvo un ahorro en importaciones de gas respecto a lo presupuestado, pero los precios internacionales siguieron bajando después de la primera licitación. Eso implica un mayor gasto por u$s 1000 millones
No obstante, los precios mundiales siguieron bajando, por lo que la Argentina se perdió de ahorrar casi 1000 millones de dólares extra si hubiera demorado la convocatoria. "Eso es hablar con el diario del lunes. Europa tuvo un invierno menos duro de lo pensado y, de todas maneras, creemos que a la brevedad van a necesitar recomponer sus reservas, por lo que los precios del GNL volverán a subir en las próximas semanas", indicó una fuente del sector.
Con todo, el gasto en importaciones de gas licuado este año rondaría los u$s 2000 millones (si no se compran más cargamentos después de la próxima licitación), frente a los u$s 2800 millones del año pasado, y ya hay pagos programados por al menos u$s 262 millones mensuales entre marzo y junio, algo que ya está anotado en el tablero de control del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).
Fuente: El Cronista