La crisis desatada en la ferroviaria española Renfe por los errores técnicos registrados en la compra de nuevos trenes para Asturias y Cantabria se llevó puestos al titular de la empresa, Isaías Táboas y a la secretaria de Transportes, Isabel Pardo de Vera.
Para ocupar los puestos vacantes, el gobierno que encabeza Pedro Sanchéz nombró a Raúl Blanco como presidente de Renfe y a David Lucas, como nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El conflicto afloró cuando a mediados de febreroNo se descubrió que, debido a un error normativo, los 31 trenes que había encargado Renfe en 2021 para esas dos comunidades tenían una altura superior al gálibo de los túneles de la red trocha métrica por donde iban a circular.
No bien se conoció el grave error de diseño, rodaron las cabezas de dos técnicos de Renfe y la empresa de infraestructura Adif.
En un intento por solucionar la situación, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aprobó una norma que permitirá la aplicación del llamado "método comparativo" en el diseño y fabricación de los nuevos trenes de ancho métrico.
Este método consiste en diseñar la sección de los nuevos trenes a partir de las medidas de los modelos que actualmente prestan servicios con el objetivo de evitar cualquier posibilidad de error y reducir la demora en la fabricación de los nuevos convoyes.
A principios de febrero se supo que la fabricación de los 31 trenes de ancho métrico encargados por Renfe a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) hace dos años no cabían por los túneles, a causa de un error normativo. De esta manera, la entrega de las nuevas unidades- que buscaba renovar la flota de servicios de cercanías y media distancia-, se retrasaría por un problema de diseño.
Fuente: Transporte y Logística