En medio de las crecientes medidas de fuerza que llevan adelante los metrodelegados del Subte para exigir la eliminacion de componentes de abesto en los trenes, el Gobierno porteño y la empresa Emova salieron al cruce del reclamo gremial y ratificaron que no hay riesgos para los trabajadores, ni para los usuarios que utlilizan diariamente los servicios.
La Dirección General de Protección del Trabajo-- dependiente de la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio de CABA--confirmó que “de acuerdo a las medidas realizadas, las condiciones son adecuadas para el desarrollo de la actividad”.
El pasado 10 de mayo, el gobierno porteño respaldó lo afirmado por Emova en instancias anteriores y detalló todas las iniciativas efectuadas por la compañía en los últimos años, validando que de acuerdo con los muestreos efectuados y el trabajo realizado hasta la fecha, los niveles de "Concentración Máxima Permisible de Fibras" no superan los límites establecidos en la normativa vigente.
Prueba de ello son las más de 2.500 mediciones realizadas sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte por parte de instituciones y laboratorios especializados que fueron validados por la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Además, se constató que se realizan tareas de desasbestización y el retiro de material o piezas sospechadas o confirmadas de contener asbesto a través de los operadores habilitados, procediendo en todos los casos a realizar mediciones de calidad de aire durante la tarea y con posterioridad a la misma, tanto en puntos fijos como a través de dosimetrías personales.
La empresa Emova destacó que se relevan con frecuencia la totalidad de las flotas, subestaciones y centros de potencia, también talleres, pozos de bombeo y salas técnicas, abarcando así la totalidad de los espacios de trabajo.
A su vez, la nota reafirma que en 2018 se creó la Comisión de Asbesto, una mesa interdisciplinaria integrada tanto por las autoridades pertinentes como por las entidades gremiales, donde se consensúan las acciones que se ejecutan en pos del cuidado de los trabajadores.
La empresa operadora del servicio que controla el grupo Roggio lamentó la posición intransigente del gremio y ratificó que el ámbito del Subte cumple con las condiciones exigidas por las normas que regulan la seguridad en el trabajo en base a estándares científicos y técnicos.
Más allá del argumento basado en la salud de los trabajadores, los paros que vienen realizando los metrodelegados apuntan a otro objetivo que resulta muy polémico: la reducción de la semana laboral de 36 a solo 30 horas y el otorgamiento de dos días francos cada cinco trabajados.
Fuente: Transporte y Logística