En pleno conflicto con Bridgestone, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) le pidió públicamente al Ministerio de Economía que detenga la, dice, "importación indiscriminada" de cubiertas que estaría haciendo la empresa.
"Ante el conflicto en Bridgestone que afecta a todo el gremio del neumático, el Sutna reclama (que) se involucre el Ministerio de Economía a fin de detender el ingreso indiscrimiando de cubiertas que se pueden fabricar en el país por parte de Bridgestone, dañando la mano de obra argentina", expresó el gremio que lidera Alejandro Crespo, hombre que abreva políticamente en el Polo Obrero, luego de que el Ministerio de Trabajo dictó al conciliación obligatoria, por 15 días, en el nuevo conflicto que enfrenta al sindicato con la filial del gigante japonés, mayor productor de neumáticos del planeta.
Según el Sutna, corroboró que las importaciones de Bridgestone pasaron de u$s 48 millones en 2021 a u$s 65 millones en 2022. Agregó que, en tres meses de 2023, con cerca de u$s 14 millones, lidera del ranking de ingreso de neumáticos del exterior entre las empresas del sector. De acuerdo con los datos que difundió el gremio, el volumen de 2022 contrastó con los u$s 11 millones que, aseguró, sumaron las importaciones de sillas de ruedas y demás vehículos para inválidos (incluso con motor u otro mecanismo de propulsión).
Fuentes de la industria explican que el salto de importaciones de 2021 a 2022 se debió, fundamentalmente, al impacto que la pandemia todavía tuvo en el primer año. Agregan que, en el caso de Bridgestone, la producción nacional representa más del 90% de sus ventas en el país. Explican que la empresa, además, es el mayor exportador de neumáticos de la Argentina y que, pese a que incorporó más de 350 personas el año pasado para crecer 40% en producción, actualmente, está con una productividad inferior a la de 2019.
"Entendemos como un acto injusto que el Gobierno le permita a esa empresa importar cubiertas para reemplazar las no producidas durante las medidas de fuerza, que los trabajadores realizan contra las malas condiciones laborales, las graves deficiencias en seguridad en la planta, la falta de respeto y por la reincorporación de sus compañeros, en vez de hacer retrotraer los despidos y cumplir con las exhortaciones que que él mismo realizó", sostuvo el Sutna.
Después del fuerte conflicto por la revisión de la paritaria del año pasado, que se extendió durante cinco meses y culminó luego de que la paralización total de la producción de neumáticos afectó también a la industria automotriz, el Sutna, que consiguió mejorar de 50% a 66% el aumento salarial, con una pauta de ajuste posterior que le garantiza, por lo menos, 10 puntos por encima de inflación, tuvo otras escaramuzas con las fabricantes de cubiertas.
La más reciente -y tensa- fue con Bridgestone, en reclamo a las condiciones de trabajo en la ex Firestone de Llavallol durante la ola de calor inédita que hubo en marzo.
La protesta derivó en una inspección del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, que constató las condiciones denunciadas, no sin cuestionamientos de la empresa, que detalló su programa de inversiones y se comprometió a realizar adecuaciones de cara al próximo verano. En esos mismos días, la compañía despidió a ocho personas. Según el Sutna, fue en represalia por esa denuncia. Bridgestone desvincula una cosa por otra y asegura que fueron todos justificados por inconductas, y que se llegó a ellos tras haber agotado todas las instancias previas.
El Sutna hizo paros en la planta desde fines de marzo. Esta semana, había iniciado una nueva serie de interrupciones en distintos turnos (la planta trabaja 24x7), con la amenaza de extender la protesta a otras fábricas -Fate, en San Fernando, y Pirelli, en Merlo- en solidaridad a la lucha en Bridgestone. Ayer, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días.
El gremio y la empresa ya estaban enfrentados por la negociación del pago de un bono por productividad, al margen del premio anual que los empleados de la empresa reciben por convenio en concepto de reparto de ganancias por los resultados de la compañía el año anterior. Por este último bono, los operarios cobrarán este año más de $ 1,2 millones cada uno. La empresa informó que el monto podría haber sido mayor, debido a la pérdida de actividad sufrida por el conflicto de 2022. El viernes pasado, a raíz de la nueva pulseada, advirtió que está en riesgo el pago del otro bono, basado en la productividad mensual de la planta.
Fuente: Clarín