09/05/23

El mayor productor de bioetanol del país espera la aprobación de la caña transgénica

La compañía Los Balcanes realizó el inicio de zafra 2023 en Tucumán expectante de que el gobierno eleve el corte obligatorio del bioetanol para su mezcla con las naftas y pase del 12 al 15 por ciento. EconoJournal participó del evento en el ingenio La Florida, uno de los tres que opera el grupo. Para este año también espera que el gobierno habilite la caña transgénica que está desarrollando. Cómo sería el impacto en la producción de bioetanol.


Ingenio La Florida (Los Balcanes)

La Compañía Azucarera Los Balcanes, el mayor productor de azúcar y bioetanol del país, puso en marcha sus ingenios y dio inicio formal a la zafra azucarera 2023, un período que lleva alrededor de 160 días al año. Esta campaña tiene una expectativa distinta a las demás ya que Los Balcanes espera que durante este año se avance con la regulación para aprobar la caña de azúcar transgénica para la elaboración de bioetanol, un producto que por ley se mezcla con las naftas en el mercado local. De aprobarse, desde el grupo creen que la caña transgénica resistiría a la sequía y los ingenios podrían duplicar la producción. Este año, Los Balcanes planean producir 120 millones de litros de bioetanol, que principalmente lo destina al mercado argentino.

El evento se realizó en el ingenio La Florida, uno de los tres que opera Los Balcanes y donde tiene la destilería de etanol. Los otros dos son los ingenios Aguilares y Cruz Malta. El año pasado, el grupo tuvo una molienda de más de 3,3 millones de toneladas de caña, que representa cerca del 25% de todos los ingenios del país. Del total, la compañía destina el 65% de su producción al negocio del bioetanol y un 45% a la fabricación de azúcar. Desde hace dos años Los Balcanes es el mayor productor de caña y bioetanol del país, superando a ingenios históricos de Tucumán como Ledesma, entre otros.

Etanol y futuro

Según palabras del presidente de Los Balcanes, Jorge Rocchia Ferro, el bioetanol es el combustible del futuro. Por eso, uno de los proyectos que tiene en carpeta el grupo es desembarcar en el resto del negocio de etanol. Para cumplir con este objetivo, a fin de año Los Balcanes comenzará la construcción de una destilería de etanol de maíz, la otra materia prima que se utiliza para elaborar bioetanol. Además, la compañía puso operativa una usina de generación desde donde se autoabastece de electricidad y desde junio comenzará a inyectar energía excedente a la red, donde suministrará 8 MW.

La compañía espera a corto plazo que el gobierno apruebe la suba del corte del bioetanol con las naftas y lo lleve del 12% al 15%. De concretarse, ese porcentaje se repartiría en partes iguales entre el etanol de caña y el de maíz. Hace una semana la propia secretaria de Energía, Flavia Royón, señaló públicamente que el gobierno está analizando la posibilidad de aumentar el corte obligatorio del etanol, que se rige por la Ley 27.640.

Pero la apuesta más fuerte de Los Balcanes es que el país vaya a un corte del 27% o 30% del bioetanol con las naftas o parecido al mercado de Brasil con los motores flex. En el evento de inicio de cosecha estuvieron el gobernador Juan Manzur, y el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal, que en conversación con periodistas remarcó que aumentar el corte del etanol era una posibilidad.

Además de Jorge Rocchia Ferro, por parte de la compañía participaron la vicepresidenta, Catalina Lonac, y la gerenta General, Catalina Rocchia Ferro, quien también es presidenta de la firma del grupo Bioenergética Florida.

Caña Transgénica

Los Balcanes tiene prácticamente todo listo para sembrar en campo y desarrollar comercialmente la caña transgénica, que principalmente la hace más resistente a la sequía. Los estudios se hacen sobre el tipo más común de los ingenios tucumanos, que lleva el nombre de caña Louisiana Point 384. Países como Indonesia, Brasil y Estados Unidos ya tienen una regulación que habilita a la caña transgénica para el bioetanol.

Si bien no es la única, en la Argentina Los Balcanes viene desarrollando la tecnología desde su Centro Integral de Biotecnología Aplicada (CIBA), un complejo tecnológico ubicado en el viejo ingenio San Pablo (fundado en 1832), que cerró en 1986 y que en 2000 lo adquirió la compañía de Jorge Rocchia Ferro. Allí no se produce azúcar ni bioetanol, sino que funciona la Universidad San Pablo Tucumán, una escuela secundaria y el CIBA, entre otras instalaciones, todas propiedades de la compañía.

En diálogo con EconoJournal, Catalina Ferro explicó que “el aporte del CIBA fue siempre la materia prima, la caña de azúcar, entendiendo que gracias a este centro de investigación tenemos variedades saneadas y vitroplantas hechas en Tucumán. Esto generó un antes y después por el saneamiento de ciertas variedades de caña, pero también la innovación más grande la vamos a ver con la liberación de los transgénicos de la caña de azúcar”.

Además, remarcó que “esperamos aumentar la producción. Tucumán tiene 280.000 hectáreas de caña de azúcar plantadas y esperamos que con esto (caña transgénica) podamos ir cerca de las 500.000 hectáreas. No me quiero quedar corta, pero queremos empezar a plantar en lugares que por ahí no lluevan tanto, que tengan un estrés hídrico importante y que sean variedades resistentes, no solo al estrés hídrico, sino al glifosato y a la diatraea (insecto), que es muy importante para nosotros”.

EconoJournal le preguntó cuándo creen que se aprobará la regulación para habilitar la caña transgénica en la Argentina: “depende de tener todas las habilitaciones de los distintos organismos. Entiendo que lo podemos ver reflejado en el mercado un año después de que salga la caña transgénica porque -una vez habilitada- si se planta este 2023, la vamos a ver recién al año siguiente”, explicó.

La industria azucarera está constituida por 19 ingenios, de los cuales 14 están en la provincia de Tucumán, dos en Salta y dos en Jujuy. Además, el complejo cuenta con 16 destilerías de alcohol, 12 deshidratadoras y más de 8.100 productores cañeros.

Fuente: EconoJournal