Después de una jornada caótica para millones de usuarios por el paro de colectivos que comenzó a la medianoche y recién se levantó a las 17.30, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el cese de la medida de fuerza con una intervención que tuvo mucho de cálculo electoral. Acusó al sector empresario de “tomar a la gente de rehén” y también apuntó contra el gobierno de la ciudad de Buenos Aires por no participar de la mesa que destrabó el conflicto que mantienen las cinco cámaras empresarias, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el Estado, ya que juega un rol decisivo porque el sistema funciona a fuerza de subisidios.
La puesta en escena, que se pareció a un acto de campaña, fue con transmisión en vivo y con todos los actores del conflicto: estuvieron sus pares de Trabajo y Transporte, Raquel Olmos y Diego Giuliano, y los representantes de las cámaras empresariales y el gremio. Massa se mostró muy crítico, en cambio, por la ausencia de funcionarios de la administración porteña a cargo de Horacio Rodríguez Larreta. “Nos hubiese gustado que estén”, dijo primero, para luego pedirle que asuman “su parte de responsabilidad”.
Desde el gobierno porteño no tardaron en responder. “No fuimos convocados a ninguna reunión ni hoy ni en los días previos por el paro”, replicó Manuela López Menéndez, del área de Transporte del gobierno porteño. El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, también le respondió a Massa. “Este, al igual que otros conflictos, son el resultado de un pésimo gobierno. De un desmanejo absoluto de las finanzas del estado, de generación de déficit, de inflación, de falta de trabajo, es el resultado de eso”, sostuvo.
La jornada caótica por el paro de transporte afectó a la zona del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa y Tucumán por reclamos salariales de la UTA ante el incumplimiento de pago de los salarios por parte de los empresarios. Antes de que el servicio comenzara a normalizarse lentamente, desde las 17.30, Massa anunció que el próximo lunes volverán a ser convocadas las cámaras empresarias del sector, para hacer una “check list” de los asuntos a resolver.
En el conflicto mucho tiene que ver Massa. Primero, porque el área de Transporte depende de Diego Giuliano, un hombre que responde a él. Pero después porque fue Massa quien le impuso a Fernández, jefe de la UTA, aceptar en enero una paritaria de 31% por seis meses para dar señales de estabilidad y control de la inflación. Después de varias amenazas de paro, Fernández logró un reajuste, pero con una polémica: obtuvo un adicional mediante una resolución del Ministerio de Trabajo objetada por las cámaras empresarias, que la consideran “ilegítima” y evalúan judicializar la pulseada.
El desenlace de cinco horas de negociaciones llegó cuando Massa convocó a todas las partes del conflicto, que estuvieron más temprano reunidos en la cartera de Transporte, a un encuentro con él en Economía. “La verdad es que hoy fue un día muy triste, en el que cuatro millones de personas perdieron el presentismo en el trabajo, no llegaron a un turno médico o no pudieron visitar a alguien querido”, dijo el jefe del Palacio de Hacienda.
Todos venían de estar siete pisos más arriba en el piso que ocupa el Ministerio de Transporte. Allí, al mediodía y en lo que fue la primera medida concreta del Ejecutivo Nacional, el ministro Giuliano, hombre de las filas de Massa en el Frente Renovador, había convocado a todas las partes a una serie de reuniones que primero fueron “uno a uno” y luego de un cuarto intermedio, se convirtió en un encuentro general al que también se sumó Olmos. En medio de ese cónclave llegó la convocatoria de Massa. Para asistir a su encuentro, todos los presentes deberán bajaron del piso 12, donde está la cartera de Transporte, al 5 en el que está el área de Economía. Olmos y Giulano hablaron de “lock out patronal”, a pesar de que el gremio había oficializado la medida de fuerza, haciendo uso del derecho a huelga.
“Parásitos del Estado”
Massa había participado de un acto al mediodía en San Fernando, en la ampliación de una planta depuradora en el que se refirió al conflicto como “un paro extraño” y apuntó a los empresarios al sostener: “a los parásitos del Estado que quieren extorsionar no les tenemos miedo”. Y agregó: “los vamos a enfrentar para defender el derecho de la gente de viajar para ir a trabajar”.
En paralelo, en Transporte terminaba la primera reunión que fue con Dota, que maneja casi el 70% de las líneas de colectivos, entre cuyos dueños están José y Ángel Faijá, apellido señalado por Massa en su discurso. Precisamente sus declaraciones se dieron cuando terminaba esa reunión y el malestar era palpable en el lugar, según pudo saber LA NACION.
De las primeras reuniones participaron, por parte del Ministerio, además de Giuliano, Gimena López, viceministra; el jefe de Gabinete, Facundo Benegas; el secretario de Políticas Financieras, Carlos Vittor, y el ministro de Transporte de Buenos Aires, Jorge D’ Onofrio.
Luego fue que se sumó Olmos, que previamente tuvo una reunión en su cartera por la situación que se produjo en el ferrocarril Sarmiento, que con la interrupción de su servicio complicó aún más el escenario para millones de usuarios. Además, Olmos se refirió por la mañana a la situación con las empresas de colectivos y hablo de “intencionalidad política” por parte de los empresarios. “El Estado transfirió los subsidios correspondientes a ese pago de salarios. Los empresarios, en algunos casos, lo liquidaron correctamente, y en un caso mayoritario en el AMBA hicieron una retención indebida de recursos que tienen por destino el pago de los salarios”, dijo en un tramo del hilo de Twitter que escribió sobre el tema.
“Es importante informar a los pasajeros que el Estado nacional abonó esta semana $27mil millones a las empresas prestatarias del servicio, lo que significa $6500 millones más que el mes anterior. Se trata de un incremento suficiente para pagar los aumentos salariales de los trabajadores que deben cobrar su salario el quinto día hábil del mes”, informó ayer el Ministerio de Transporte, para desligar las responsabilidades en los empresarios. Y agregó: “Asimismo, en este anticipo está contemplada la actualización de los costos no salariales, como el combustible, neumáticos, seguro y mantenimiento del sistema a valores de abril”. Para discutir estos ítems, Massa anunció una convocatoria para la semana que viene en un intento de evitar otro día caótico que pueda impactar negativamente en su campaña electoral.
Fuente: La Nación