La altísima nominalidad e incertidumbre de la economía argentina distorsionaron de raíz los parámetros presupuestarios incluidos en la licitación para revertir el Gasoducto Norte. La UTE Sacde-Techint quedó a las puertas de la adjudicación del proyecto porque presentó la oferta más competitiva. Pero el monto ofrecido superó por varios cuerpos el presupuesto confeccionado por la estatal Enarsa, que ahora deberá preparar un dictamen para salvar legalmente el proceso.
La estatal Enarsa realizó el miércoles la apertura de sobres de las ofertas económicas correspondientes al renglón 1 de la reversión del Gasoducto del Norte, una obra que permitirá transportar el gas de Vaca Muerta hacia las provincias del norte argentino. La UTE integrada por las empresas Techint y Sacde presentó la oferta más competitiva. Ascendió a 146.996 millones de pesos con un descuento adicional de 3,80% que redujo el número final a 141.410 millones de pesos (US$ 405 millones al tipo de cambio oficial). De este modo, quedó al borde de obtener el contrato ya que BTU, el único competidor en carrera luego de la descalificación de Pumpco, ofertó 183.384 millones (US$ 523 millones). El problema es que la oferta se ubica muy por encima del tope presupuestario fijado en el pliego.
El presupuesto original publicado el pasado 1º de junio era de 59.000 millones de pesos y se aclaraba que se iba a actualizar por inflación una vez abiertos los sobres. La inflación acumulada entre el 1 de junio y el 25 de octubre se ubicó en torno al 48 por ciento. Ese ajuste eleva el presupuesto a 87.320 millones de pesos. El pliego aclaraba también que la oferta ganadora no podía estar más de 20% por encima del presupuesto de la obra. Si se le suma un 20% a los 87.320 millones, la cifra final se ubica en torno a los $ 105.000 millones, pero la oferta de Techint-Sacde es de 141.410 millones, un 62% por encima del presupuesto, lo que obligaría a declarar desierta la licitación; algo que evidentemente no sucederá porque la reversión del Gasoducto Norte es clave para evitar que en el próximo invierno falte gas en las provincias del norte del país.
Fuentes cercanas al proceso aseguraron a EconoJournal que Enarsa está evaluando actualizar el presupuesto de la obra argumentando que no se ponderaron correctamente algunas variables que terminaron siendo decisivas en una coyuntura tan compleja como la actual. Por ejemplo, el impacto provocado en los costos por la corrida cambiaria, las restricciones vigentes a la importación de bienes y las dificultades para girar dinero al exterior para abonar muchos de esos insumos.
Más allá de esas cuestiones, está claro que la dificultad para concluir el proceso licitatorio deviene, en el fondo, de la altísima nominalidad de la economía argentina, evidenciada por la aceleración inflacionaria de los últimos meses y la depreciación del tipo de cambio. Presupuestar una obra en un contexto tan volátil es casi imposible.
El área de Legales de Enarsa está por estos días enfocada específicamente en este tema para tratar de evitar todo tipo de impugnaciones. Es probable que la actualización presupuestaria de la obra deba ser refrendada en el Directorio de la empresa y quizás también por la Secretaría de Energía. Todo ese proceso inevitablemente va a demorar la adjudicación, pero en el gobierno consideran que peor sería anular la licitación de este renglón.
La obra
La obra de reversión del Gasoducto Norte se divide en 3 renglones. El renglón 1, licitado ahora, abarca la reversión de cuatro plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, el tendido de dos loops (ampliaciones) paralelos al Gasoducto Norte de 62 kilómetros de extensión y la construcción de los 22 kilómetros finales del gasoducto Tío Pujio-la Carlota con caños de 36 pulgadas de diámetro.
Luego hay un renglón 2 que abarcará del kilómetro 0 al 50 y un renglón 3 que va del kilómetro 50 al 100 del gasoducto, a construir entre Río Pujio y La Carlota en la provincia de Córdoba.
La Reversión del Gasoducto Norte, que es una complementaria al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, permitirá llevar el gas de Vaca Muerta a las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a las redes de gas natural y el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio.
Además de bajar el costo de generación eléctrica y del gas natural para las industrias del norte argentino, esta obra estratégica permitirá un ahorro anual de 1.960 millones de dólares por la sustitución de importaciones de gas.
Fuente: EconoJournal