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Los dos gremios aeronáuticos que agrupan a todo el personal de vuelo de Aerolíneas Argentinas, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) se declararon en estado de "alerta" contra el decreto del Gobierno que vuelve a privatizar Aerolíneas Argentinas -esta vez, para entregarla a sus empleados- y que establece la apertura total del espacio aéreo para vuelos de cabotaje e internacionales.
El gremio de Aeronavegantes, cuyo titular es el moyanista Juan Pablo Brey, lo hizo con un comunicado en el cual calificó el DNU 70/23 como "el más grave atropello a la Constitución Nacional y a la división de poderes desde la recuperación de la democracia".
El gremio de Pilotos, encabezado por Pablo Biró, difundió por las redes sociales una placa roja al estilo "Crónica", con la leyenda "Estado de alerta" y planteó que el decreto de Milei dará lugar a "planteos de inconstitucionalidad que pueden corresponder por la extralimitación en las facultades del Poder Ejecutivo".
Semanas atrás, cuando Javier Milei dijo que quería entregar Aerolíneas a sus empleados, Biró dijo "nos van a tener que matar", si bien horas después se retractó. El gremio APLA es de los menos numerosos en cantidad de afiliados (menos de 2.000) pero el más poderoso entre los gremios aeronáuticos.
El comunicado de APLA de este viernes es un análisis medular del decreto de Milei, algo que hasta el momento ninguna otra entidad gremial o empresaria del sector había hecho. El gremio de Biró se detuvo en la modificación de más de 100 artículos del Código Aeronáutico (Ley 17.285), como declarar "servicio esencial" a la actividad aeronáutica, la privatización de los servicios de rampa (que hoy prestan principalmente las dos empresas estatales Intercargo y Aerohandling) y la eliminación del carácter "excepcional" para que el personal aeronáutico pueda ser extranjero.
Con respecto a la privatización de Aerolíneas, APLA hizo hincapié en la modificación del artículo de la Ley 26.412 de 2008 que impedía que las acciones de la línea aérea pudieran salir de la órbita del Estado.
"Por lo expuesto, ante el riesgo que implica el DNU 70/2023 para las fuentes de trabajo, para las condiciones laborales, para la Línea Aérea de Bandera y para todos los sectores que representamos, desde APLA nos declaramos en estado de alerta", concluye el comunicado de los pilotos.
También se pronunció contra la política aerocomercial del Gobierno la "Coordinación Nacional ATE-ANAC" que agrupa a los trabajadores estatales de la Agencia Nacional de Aviación Civil, quienes al igual que la AAA se declararon en "estado de alerta y movilización".
Los demás gremios, que suelen pronunciarse en conjunto bajo la denominación “Sindicatos Aeronáuticos Unidos”, se mantuvieron en silencio, aunque es previsible que en las próximas horas haya algún pronunciamiento en conjunto, según algunos de sus voceros.
La actividad aerocomercial también transcurrió sin novedades durante el jueves: lejos de los cacerolazos que se registraron en varios barrios durante la noche del miércoles, en los aeropuertos no hubo asambleas ni manifestaciones.
También Aeronavegantes descalificó la política de "cielos abiertos" y la posibilidad de que las aerolíneas contraten tripulaciones extranjeras para realizar vuelos domésticos.
El gremio planteó que “la modificación del Código Aeronáutico y la implementación de la política de Cielos Abiertos, es la amenaza más directa a nuestras fuentes de trabajo que hayamos enfrentado. La apertura del mercado doméstico a líneas aéreas extranjeras, con personal extranjero, es el camino directo a la destrucción de la industria aerocomercial argentina tal como la conocemos”.
Según la AAA, esta política de “cielos abiertos “ ya fue impuesta en países como Chile, Perú y Ecuador “teniendo como resultado la más absoluta precarización y flexibilización de nuestra actividad. Mientras tanto, los países económicamente más desarrollados, por el contrario, protegen fuertemente a sus aerolíneas y la soberanía de sus cielos”.
En cuanto a la reprivatiazación de Aerolíneas Argentinas, cuyo paquete accionario según el DNU será entregado a sus empleados a través del Programa de Propiedad Participada (PPP), el gremio de Aeronavegantes dijo que “bajo el pretexto de "entregar" la compañía a los trabajadores, y prepararla para una pronta privatización, esconde el desfinanciamiento y la condena final a la empresa de la cual dependen más de 12.000 familias”. Y puso como ejemplo la desaparición de otras líneas aéreas de países vecinos como Varig (Brasil) y Pluna (Uruguay).
“Los Aeronavegantes nos declaramos en estado de alerta y movilización en defensa de nuestro trabajo y el sustento de nuestras familias”, concluyó el comunicado.
Por su parte, los trabajadores de ATE-ANAC señalaron que el mega decreto "pone en riesgo concreto y directo a Aerolíneas Argentinas, habilita la privatización de EANA (la Empresa Nacional de Navegación Aérea, otro ente estatal creado durante el gobierno de Mauricio Macri) y abre las puertas a la desaparición de ANAC".
Fuente: Clarín
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