La Secretaría de Energía busca regularizar las deudas de las distribuidoras eléctricas con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). El enunciado puede parecer simple, pero el entramado es más complejo de lo que parece.
La deuda total a la fecha es US$ 571 millones, de los cuales el 80% debería pagarlo el Estado Nacional, que no lo hace y el 20% restante la debería hacer la demanda, que sólo paga la mitad.
En los últimos años, las distribuidoras se han estado financiando con CAMMESA debido a los congelamientos tarifarios. Sin embargo, el Gobierno apunta por resolución que las distribuidoras ya no podrán financiarse de esta manera.
Esto se debe a que las distribuidoras no han podido cubrir sus costos con los ingresos obtenidos, por lo que han retenido parte de la recaudación de tarifas que le correspondía a CAMMESA.
Del otro lado de la cadena del negocio, la Asociación de Transportistas de Energía Eléctrica (Ateera) y la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Ageera) aseguraron que observan con "extrema preocupación" que el Gobierno no transfiera, en tiempo y forma, las sumas necesarias para el correcto funcionamiento del sector.
Lo hicieron a través de una carta enviada al Gobierno donde explican que CAMMESA aún adeuda a transportistas y generadores el 50% de la transacción de noviembre de 2023 y el 100% de la transacción de diciembre de 2023. Cabe destacar que sobre los $884.043 millones solicitados para el mes de febrero el Tesoro transfirió solamente $140.000 millones.
Fuentes consultadas explican que "la cadena de pagos viene resentida desde las PASO en adelante, pero especialmente a partir de diciembre 2023 con el salto del dólar que pasó de $350 a $800 y se modificó todo el tablero ya que todos los contratos de los generadores son en moneda extranjera".
"Para darse una idea, en el mes de enero de este año de alta demanda el precio medio que se pagó fue de $11.180 por megavatio hora contra los $51.330 que debieron haberse pagado. De ese total, la demanda debería pagar el 20% y el resto el Tesoro Nacional, pero éste último no emitió un peso durante los meses de diciembre, enero y febrero, con lo cual se generó una deuda significativa entre distribuidores, generadores y transportistas", explicaron.
Desde el sector hablan de una falta de una política en materia de energía eléctrica que todavía no ha designado un subsecretario para el área
Como un secreto a voces corrió el rumor de que una importante empresa generadora habría puesto el grito en el cielo por esta situación, hecho que habría obligado a la Secretaría de Energía a dictar la Resolución 34 explicando que el transporte, al ser una actividad regulada, se le paga antes que los generadores.
Lejos de calmar los ánimos, trascendió que de los US$ 571 millones que le deben a CAMMESA, alrededor de US$ 245 millones le corresponden a Edenor y Edesur.
Las distribuidoras eléctricas han experimentado dificultades para cubrir sus salarios debido a la falta de pagos de Cammesa. Edenor solo ha pagado el 15% de la energía consumida en diciembre, Edesur el 17%, y el grupo DESA (dueña de las distribuidoras Eden, Edes y Edelap) solo ha pagado el 2%. Las empresas esperan que la situación se normalice a medida que se recauden las nuevas tarifas.
"No es sólo un problema de las provincias, sino más bien de las malas decisiones tomadas por la Secretaría de Energía puertas adentro. A eso hay que sumarle la falta de una política en materia de energía eléctrica que a cuatro meses de un nuevo gobierno todavía no han designado un subsecretario para el área", comentó un reconocido empresario del sector.
A pesar de las advertencias de las empresas generadoras y transportistas sobre el riesgo de un abastecimiento eléctrico deficiente, el Gobierno se mantiene firme en su decisión de no proporcionar más fondos y circuló la idea de emitir un bono para salir de la urgencia.
El escenario más optimista que pocos se atreven a asegurar es que los pagos se regularicen a partir de abril, cuando los aumentos tarifarios tengan un impacto total.
Fuente: El Economista