El Reino Unido impulsa una explotación petrolera en las islas Malvinas con la intención de extraer 500 millones de barriles. De avanzar, podría generar millones de libras en regalías para el gobierno isleño, que abrió una consulta popular el 24 de junio pasado y cuyos resultados estarán el 5 de agosto, según publicó de manera oficial el deparamento de Recursos Minerales de la gestión kelper. De aprobarse la iniciativa, la empresa israelí Navitas Petroleum estará a cargo de las tareas de perforación y exploración en Sea Lion, unos 200 kilómetros al norte de Puerto Argentino.
“Se cree que el campo contiene 1700 millones de barriles de petróleo, lo que lo hace varias veces más grande que Rosebank, el mayor desarrollo planificado para el propio Mar del Norte del Reino Unido, que se estima que contiene 300 millones de barriles”, informó el diario inglés The Telegraph, que consignó que los isleños “podrían beneficiarse de millones de libras en regalías e impuestos aplicados a las ganancias, transformando potencialmente toda la economía de las islas, que actualmente depende de la cría de ovejas y la pesca”.
El gobierno argentino todavía no se expresó públicamente sobre la posibilidad de que avance la exploración. “Es objeto de análisis para determinar eventuales acciones diplomáticas correspondientes”, dijeron fuentes de la Cancillería ante la consulta de LA NACION. En febrero pasado, cuando el canciller británico, David Cameron, visitó las islas Malvinas se dio luego un tenso intercambio con Diana Mondino. La canciller, el 18 de junio último, dijo que el Gobierno busca generar “una relación madura” con Londres y respeta “el modo de vida” de los habitantes de las islas, aunque rechazó su derecho a la libre determinación. El mensaje fue en la reunión anual del Comité de Descolonización de la ONU y sirvió para que el gobierno de Javier Milei renovara el reclamo de la Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en las Naciones Unidas.
En septiembre de 2023, la gestión de Alberto Fernández apuntó su reclamo contra la empresa israelí que opera en Malvinas. El reclamo fue presentado por el entonces canciller Santiago Cafiero, que recordó que la compañía extranjera fue sancionada en abril de 2022 con 20 años de inhabilitación para realizar actividades de exploración hidrocarburífera en territorio argentino. La sanción a la empresa israelí fue aplicada por la Secretaría de Energía de la Nación el 18 de abril de 2022, a partir de la resolución 240/2022, que declaró ilegales las actividades desarrolladas por la empresa Navitas Petroleum LP en la plataforma continental argentina. El Gobierno también declaró “clandestinas” las operaciones de dicha empresa, por llevar adelante actividades “sin estar habilitada por las autoridades competentes argentinas”. El reclamo de aquella vez no fue únicamente contra la empresa y el Reino Unido, sino también hacia Israel. Es una incógnita aún saber cómo reaccionará Milei, teniendo en cuenta su alineamiento político e ideológico con Israel.
La exploración de petróleo y gas genera diferencias políticas en Londres. Sin embargo, las restricciones no afectarían a las islas Malvinas, ya que es la administración local la que tiene voz y voto sobre los derechos de perforación en las aguas circundantes. La directora del departamento de Recursos Naturales es Andrea Clausen, quien trabaja junto a Claire Young y James Wilson.
La empresa israelí Navitas Petroleum tiene la mayoría de los derechos de exploración lo que significa que la mayor parte de las ganancias irían a accionistas en Israel y Estados Unidos. Navitas controla el 65% de la participación activa en el campo Sea Lion mientras que Rockhopper Energy, con sede en el Reino Unido controla el resto. Ahora, podría quedarse con un nuevo negocio en las islas Malvinas.
Una evaluación de impacto ambiental publicada por Navitas afirma que el desarrollo de Sea Lion implicaría perforar en 1500 pies de agua en el Atlántico Sur. El proyecto perforaría 23 pozos para acceder a hasta 500 millones de barriles de petróleo inicialmente, pero potencialmente podría haber muchos más en el futuro, según la publicación.
Fuente: La Nación