Funcionarios de la Jefatura de Gabinete, del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Trabajo están ultimando el texto de la reglamentación de la Ley Bases, que fue promulgada esta semana y ya está operativa, para evitar que los cambios que introdujo la norma aprobada en el Congreso en materia tributaria —se eliminaron regímenes especiales para liquidar el Impuesto a las Ganancias que beneficiaban a distintos sectores de la economía, entre ellos el hidrocarburífero— provoquen la reducción del salario neto que cobran unos de 30.000 operarios de la industria petrolera a partir del mes próximo.
La situación tiene en vilo a los máximos referentes sindicales de la industria, porque se descuenta que la efectivización del cobro de Ganancias para ese universo de trabajadores desembocaría, de forma ineludible, en un conflicto de magnitudes en Vaca Muerta, dado que es muy improbable que las bases de trabajadores petroleros acepte un descuento significativo de su sueldo de bolsillo —la quita en el salario neto podría en algunos casos superar el 20%— sin impulsar una medida de fuerza contra el gobierno.
A raíz de eso, Marcelo Rucci, líder del sindicato de petroleros privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, mantiene desde hace casi dos meses contactos con funcionarios del gobierno nacional para intentar que en la instancia de reglamentación de la Ley Bases se incluya un apartado que reduzca al máximo el universo de trabajadores petroleros que empiecen a liquidar Ganancias. Rucci mantuvo reuniones con el ministro de Economía, Luis Caputo, y con el presidente de YPF, Horacio Marín, para avanzar en esa discusión, según confirmaron a EconoJournal fuentes de empresas petroleras. En tanto que el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, también discutió el tema con funcionarios de la Jefatura de Gabinete.
A lo que se apunta es ampliar al máximo posible el universo de «trabajadores de campo o yacimiento», los únicos que fueron exceptuados del pago de Ganancias por la Ley Bases, de forma tal que la mayoría de los operarios de la industria petrolera —no sólo los de reservorios sino también los de instalaciones industriales como refinerías— conserven el beneficio que eleva en un 22% el piso para la percepción de Ganancias que garantizaba en Ley 26.176 (de 2005), que fue eliminada por la Ley ómnibus que impulsó el gobierno de Javier Milei. De no lograr este acuerdo, el Gobierno nacional abriría la puerta a un conflicto sindical que podría derivar en un parate en la producción de Vaca Muerta, admiten fuentes privadas.
Números
El proyecto de Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes que fue incluido en la Ley Bases fue promulgado este lunes con la reforma que reincorpora el pago de Ganancias. Sin modificaciones se estima que el 70% de los petroleros pasarían a liquidar con el régimen general.
Esto alcanzaría al menos a 16.000 empleados en Neuquén -sobre todo personal jerárquico, administrativo y gerencial de empresas petroleras y de servicios. Si a esa cifra se le suman trabajadores jerárquicos y también de los gremios de petroleros privados de Chubut, Santa Cruz, Cuyo y el norte del país, el número final de trabajadores afectados por esta medida asciende a unas 30.000 personas.
La semana pasada los máximos referentes del sindicalismo petrolero de todo el país se reunieron en en Buenos Aires para definir una posición en común acerca de los alcances de estos cambios introducidos en el Impuesto a las Ganancias.
El clima del encuentro de la cúpula sindical petrolera rondó alrededor de esperar este gesto del Gobierno nacional en un momento en el que se espera un fuerte incremento en la producción de Vaca Muerta. Previamente, Rucci ya había anticipado que tal como estaba la redacción de la Ley Bases el conflicto sería inminente ya que, además de tributar ganancias, se incluía en las deducciones el aguinaldo, las horas extras, viandas (que representa un ingreso adicional para los trabajadores petroleros de hasta 40.000 pesos por día), vales de combustibles, uso de tarjetas de compra y viajes, entre otros
En el caso de los patagónicos también se eliminaría el beneficio de Zona Patagónica, lo cual representaría un doble perjuicio para los petroleros.
Fuente: EconoJournal