Lo que pareció convertirse en una solución para una decenas de ciudades cordilleranas hace 17 años cuando se amplió el gasoducto patagónico, ahora se convirtió en una obra interminable.
En 2017 se acordó ampliar la capacidad de conducción del ducto para poder abastecer del tan necesario gas natural a unas 15 mil familias que esperaban conectarse. A través de Energía Argentina (Enarsa) se importaron plantas compresoras que quedaron en la aduana de Campana, Buenos Aires.
El año pasado, luego del cambio de gobierno en diciembre, hubo como un vigoroso resurgimiento de las buenas intenciones.
En enero, los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres, de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Neuquén, Rolando Figueroa, firmaron un acuerdo para terminar la ampliación del gasoducto. La idea, recién asumidos, era que se empezaran las obras con cierta premura en el verano para que pudieran estar, en parte, en el invierno.
Obvio que no pasó. Salvo que las plantas compresoras no están más en la aduana. Se dio un paso burocrático enorme.
El acta acuerdo para la finalización de la ampliación de la capacidad de transporte del gasoducto cordillerano-patagónico, celebrada el día 10 de enero de 2024 entre las tres provincias tuvo rango legislativo en la jurisdicción de Torres.
El objetivo principal que plantearon los mandatarios fue “realizar los mayores esfuerzos para que, en el menor tiempo posible, se lleve a cabo la ampliación de la capacidad de transporte del Gasoducto y las poblaciones afectadas cuenten con el suministro de gas por redes en condiciones normales y regulares de abastecimiento”.
Desde entonces, el paso siguiente fue en mayo cuando se protocolizó este acuerdo con el secretario de Energía Eduardo Rodríguez Chirillo. Río Negro iba a poner el 50% del costo de la ampliación porque al fin y al cabo es la provincia donde más consumidores domiciliarios se iban a beneficiar. La otra mitad se dividió en partes iguales entre Neuquén y Chubut. En mayo se indicó que el costo de ese cuarto de inversión ascendía a 2,1 millones de dólares.
La obra quedaba a cargo de la empresa que distribuye el gas y según trascendió, el flujo de fondos de las provincias quedó en pausa.
“Al pedir la recotización de la obra se dio una diferencia muy grande, de 5 a 30 fue la relación y están viendo quién pone el dinero”, informó una fuente con acceso al esquema de financiamiento.
Se estima que la “mesa chica” integrada por gobernadores, Nación y Camuzzi definirá quién o quiénes ponen los fondos.
La fuente indicó que “los equipos de la planta compresora se pudieron retirar de la aduana y los tiene Camuzzi”.
En su momento cuando se pactó la ampliación, con el aval de los gobernadores, “la obra tiene una duración estimada de 12 meses, si aparecen los fondos para fines del año 2025 podría estar, pero las probabilidades son reducidas”.
Para variar, existe una cuestión de confianza y de delegación de funciones. “Pasa que cuando se habla un tema después te corren el arco”, indicó una alta fuente del gobierno neuquino.
¿La actualización de tarifa metió la cola?
Todo indica que ya para este año la obra va a estar en veremos, por lo que si se reactiva se deberá prever un aumento de la capacidad del ducto para el 2026 o 2027. Hay otro elemento que influye en las variables de la obra. El gobierno nacional define cómo se van a actualizar las tarifas en el largo plazo. Este factor jugará a favor de que se acelere o directamente se convierta en una de las tantas obras interminables.
El gobierno de Neuquén tiene cierto interés hasta por una cuestión de ahorro de dinero. Si se amplía la cantidad de gas –el gasoducto sale de las inmediaciones de Plaza Huincul hacia el sur y termina en cercanías de Comodoro Rivadavia– se podría utilizar este combustible para generar electricidad en la central térmica de Villa La Angostura.
La cuenta que saca el gobernador Rolando Figueroa es que por mes se gastan 2 millones de dólares para garantizar el funcionamiento de la central térmica durante el invierno -se complica el uso de gas y sólo funcionan con gasoil- y que en verano el gasto se reduce a 1,5 millón de dólares.
En tanto en Villa Traful se llegó a la conclusión que lo mejor es llevar gas natural envasado para hacer funcionar la central térmica y evitar utilizar gasoil porque el gasto de este combustible líquido vacía las arcas del Ente Provincial de Energía del Neuquén, EPEN. El ministro de Energía, Gustavo Medele, informó que en siete meses a lo sumo se puede recuperar la inversión.
Desde 2017 prácticamente que no se conectan nuevos medidores en la zona cordillerana sencillamente porque la capacidad del ducto llegó a su límite.
El gas natural para viviendas y escuelas
De concretarse este aumento de la capacidad de transporte, e ingresando el volumen adicional diario de 300.000 metros cúbicos por día desde el yacimiento el Zorro, Chubut, podrán eliminar las restricciones. De este caño se abastece a unas 25 ciudades de las provincias, pero desde hace tres años se encuentra saturada y resulta imperante su ampliación para que más hogares accedan al servicio de gas natural por redes.
Como resultado de la finalización, puesta en marcha y habilitación de la obra, unos 12.000 hogares se beneficiarán, posibilitándoles el acceso a un servicio esencial dadas las condiciones geográficas y topográficas en donde se desarrollan dichas comunidades.
Adicionalmente, la obra de ampliación y montaje de las plantas compresoras también permitirá abastecer con gas por redes a escuelas, hospitales y dependencias públicas, que hoy no cuentan con ese servicio esencial, de acuerdo a lo que se informó cuando se firmó el acuerdo con el gobierno nacional.
Desde 2017 la obra de ampliación de la capacidad del ducto ingresó como en una serie de eventos desafortunados y los desencuentros entre los gobiernos, empresas e intermediarios marcaron la realidad de los 12.000 hogares que esperan la habilitación del servicio en zonas donde el clima no es precisamente cálido como para desistir de este servicio.
El cambio de gobierno de un signo a otro vigorizó los anuncios de la terminación y las esperanzas de los usuarios. Quedó en eso y los usuarios aún esperan que se destraben las negociaciones en la mesa chica de gobernadores, Nación y distribuidora.
Las cinco obras que están malditas
Neuquén tiene como un maleficio de que existen obras que benefician a su desarrollo social y económico pero que dependen de decisiones extraprovinciales.
La primera podría ser la Ruta Nacional 40 entre Bardas Blancas y Ranquil Norte, en el sur de Mendoza, que está en un proceso judicial hace 15 años. Todavía no se asfalta porque hay un diferendo por un sector que realizó la empresa OPS.
Entonces el ingreso a la Provincia desde el norte se dificulta, sólo hay una empresa de colectivos que una vez por semana realiza el recorrido San Rafael-Rincón de los Sauces. El norte de Neuquén se desconectó de Malargüe por el mal estado de este tramo de la ruta. Los gobernadores Alfredo Cornejo y Rolando Figueroa se sacaron una foto y prometieron hacer algo sin dar mayores detalles.
La segunda obra del Neuquén inconclusa está en el sur: es la interconexión eléctrica de Villa La Angostura. Hace ocho años Neuquén realizó la conducción de los cables desde el límite hasta la villa y aún espera que se termine la que corresponde al gobierno nacional del otro lado del río Limay.
La tercera obra es el puente La Rinconada que este año cumpliría 18 años sin que se pueda terminar. Está en un 80%, es un puente de dos manos que reemplazará al puente de una sola mano que se ubica en las inmediaciones. El nuevo gobierno nacional, por el avance de la obra, había prometido terminarla, pero la empresa dijo que le deben plata y, claro, no lo termina. Falta la base donde se transita y los acceso. Figueroa mando una nota a Vialidad Nacional para que decidan si lo terminan o que, en su defecto, transfiera las obras a la Provincia.
El cuarto puesto sería para el tren trasandino cuyo funcionamiento hubiera sido un eje para el desarrollo de la actividad económica porque uniría a Neuquén con una quincena de puertos que hay en el Pacífico facilitando el corredor Bahía Blanca Talcahuano en momentos en que el canal de Panamá está al límite y que México aprovechó y reactivó un tren que une ambos océanos. El interés renació con el recambio político en ambos países y como prueba se pensó en playas de transferencia para usar el tren, camión y tren, aunque su logística es compleja para que los costos acompañen la concreción.
La quinta Neuquén inconclusa es la ampliación del gasoducto cordillerano que impide el acceso al gas natural de miles de usuarios.
Fuente: Río Negro