La Compañía de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión Transener SA (Transener) busca llevar adelante el plan de expansión del sistema de transmisión y distribución troncal (publicado el año pasado mediante la Resolución SE 507/23) que permita resolver uno de los principales cuello de botella para el ingreso de más parques renovables en Argentina.
Dicho plan prevé cerca de USD 9.800.000.000 de inversiones para ampliar la red y sumar más de 7800 de capacidad, de los cuales alrededor de 3500 MW serían para generación eólica y solar a Costo Marginal Operado (CMO) medio y alto; las cuales podrían amortizar el costo de las obras.
“Llevado adelante el plan y permitiendo que las nuevas líneas de transmisión y distribución troncal vinculen la generación renovable más eficiente con los principales nodos de demanda, producirá ahorro en los costos de despacho”, indicó Carlos Borga, director técnico de Transener, durante un evento organizado por la Universidad Austral.
“Una vez llevada adelante las primeras obras lanzándose desde la actualidad a tres años, pueden generar beneficios que igualan el costo de esa infraestructura. Es decir que en 10 años se pueden tener un ahorro de despacho de aproximadamente USD 1.000.000.000 por año que repagará los proyectos, por lo que se debe comenzar con ellos para llevar a cabo la eficientización del sistema”, agregó.
Dentro de dicho programa se incluyen líneas de 500 kV, como por ejemplo la LT Vivoratá – Plomer correspondiente al proyecto AMBA I, obra prioritaria de más de 500 kilómetros que iba a ser financiada por China pero que se mantuvo trabada por más de un año y que sumaría más de 2100 MVA de capacidad de transformación; o mismo la interconexión Río Diamante – Charlone – O’Higgins de casi 487 km entre Buenos Aires y Mendoza.
Mientras que para la expansión del sistema por distribución troncal, se contemplan 4994,95 kilómetros de líneas y 79 nuevas estaciones transformadoras, por un total de inversión cercano a los MMUSD 3630 a lo largo de 17 jurisdicciones del país.
¿Cómo sería el financiamiento?
Transener le propuso a la Secretaría de Energía de la Nación que se implemente un mecanismo de “estampillado” por el cual se traslade el costo de los primeros proyectos a la demanda, considerando que beneficiaría a todo el sistema. Esto quiere decir que cobraría un “plus” para juntar dinero que termine repagando la infraestructura.
“Para el caso de AMBA I, en aproximadamente seis meses ya se podría juntar el dinero para las primeras compras de equipamiento del proyecto si se inicia el proceso ya mismo, considerando tres años de obra y empezando a recaudar a través de la tarifa”, aseguró Borga.
“Y se debería juntar hasta que concluya la obra; por lo que, pensando en un estampillado a tres años, el costo de sistema tendría un incremento promedio de aproximadamente 3,4%, lo que significaría un aumento de 1,4% promedio en la tarifa en tres años y sólo 0,2% en el índice de precios al consumidor (IPC)”, detalló.
Fuente: Energía Estratégica